lunes, 1 de agosto de 2011

Congreso Mundial de Ovnis en Cachi, Salta

Conclusiones del Congreso Mundial de Ovnis en Cachi


lunes 04 de julio de 2011

Opinión RICARDO N. ALONSO (Doctor en Ciencias Geológicas (UNSa-CONICET),

El Tribuno

Carl Sagan, el famoso astrónomo norteamericano a quién tuve el privilegio de conocer personalmente, decía: "Tengo la firme creencia de que el mejor antídoto para la pseudociencia es la ciencia". Y pedía a los científicos que no dejaran pasar la oportunidad de exponer a los medios la argumentación lógica que ponía freno a la imaginación más delirante. Concretamente, en el caso de los Ovnis, nos hemos acostumbrado a escuchar denuncias extravagantes con pruebas infantiles. Por supuesto que no es cuestión de criticar por criticar.


 

Más en un mundo donde estamos llamados a la tolerancia y al respeto irrestricto por las ideas del otro. Aún cuando no nos gusten. O nos parezcan ideas "locas de atar". Y no es para menos. Nos enteramos por la prensa local de un Congreso de Ovnilogía ("ciencia" de los ovnis o ufos, por su sigla en inglés), en Cachi. Sí, en Cachi, en Salta, en el medio del Valle Calchaquí. No en Nevada, donde las detonaciones de bombas atómicas para pruebas nucleares dejaron en su momento suelos y atmósfera lo suficiente contaminados de radiactividad como para que algunos parroquianos, desorientados, confundan unos globos sondas meteorológicos con naves extraterrestres tripuladas y, además, estrelladas en medio del agreste desierto. O, peor aún, sostener que haber descifrado la tecnología que traían esos cosmotripulantes fue suficiente para desarrollar la nueva era de los celulares.


 

­Pobres extraterrestres si su avanzada tecnológica se redujo a nuestros modestos celulares! Ni tampoco un congreso en el cerro Uritorco de Córdoba, donde uno puede cargarse de energía cósmica por la módica cifra de 30 pesos. El congreso, y no cualquier evento, sino nada menos que el Segundo Congreso Mundial de Ovnilogía se hizo en Cachi en junio pasado. Asistieron, dicen, cientos de amantes del fenómeno ovni, que colmaron el maravilloso pueblo vallisto. Llegaron con toda la tecnología para establecer contacto con alienígenas, como péndulos, brújulas, cartas astrales, mapas siderales, sumado a los "power-point" y las notebook para las conferencias. Se esperaba escuchar a numerosos investigadores del fenómeno ovni disertar sobre sus propias experiencias de avistajes, abducciones, contactos de primero, segundo, tercero y más tipos, entre otros aspectos.



 

Una de las disertaciones tenía que ver con un piloto que subió a su avión fumigador luego de que se estrellara un meteorito en las sierras de Metán. Un olor parecido a nafta en el aire habría sido para él una indicación de que se trataba de un objeto extraterrestre. Cuesta imaginarse a una nave interestelar viajando a nafta y... ­especialmente con la cantidad de estaciones de servicio que hay en el cosmos! Quiero pensar que tal vez se abastecieron no de nafta sino de un tipo de metano ultracondensado en algunas de las lunas de los grandes planetas jovianos. Titán, por ejemplo, tiene mares de hidrocarburos líquidos. Al menos, esto es una aproximación racional al tema.


 

Obviamente y como siempre, valga la paradoja, aparecieron los norteamericanos de la NASA y otras agencias espaciales y secretas norteamericanas, todos vestidos de negro, con lentes negros, trajes negros y zapatos negros, en autos negros, camionetas 4x4 negras y motos enduro negras y, en un fulminante rastrillaje, encontraron la nave extraterrestre con los hombrecitos tripulantes semicalcinados. Sin dar explicaciones, se los llevaron en poderosos helicópteros, negros, al país del norte para "autopsiarlos", desguazarlos y ponerlos en los archivos ultrasecretos, confidenciales y reservados, a los cuales no tiene acceso ni el propio presidente de los Estados Unidos. ­Qué tal, eh!


 

El otro gran conferencista era un suizo que viste de monje druida y que vive en Cachi. Este se pasea por el pueblo con un manto negro, un cayado tipo báculo, pollerón y botas texanas (­dice que es para que no lo piquen las víboras ni las arañas tipo viudas negras abundantes en el desierto cacheño!). El buen hombre, afincado en Cachi desde hace 7 años, sostiene que recibió un mensaje telepático de una nave que se posó en los cielos del lugar y que una extraña energía luminosa le ordenaba construir un "ovnídromo" en un lugar visible desde las alturas, para que las naves del cosmos puedan guiarse en su viaje interestelar al arribar a nuestro planeta. La forma debería ser la de una gran estrella de 36 puntas y 48 metros de diámetro.


 

Tengo la impresión de que, por un problema de comunicación (e.g., ruido ambiental, antenas telefónicas, cables eléctricos, etc.), la información le llegó cambiada y probablemente le hayan pedido algo exactamente al revés, esto es una estrella de 36 m de diámetro y 48 puntas. ¿Por qué? Simplemente porque 48 son las caras del "hexaquisoctaedro", considerado el súmmum mágico de la simetría. El hexaquisoctaedro, disdiaquisdodecaedro, dodecaedro disdiakis u octaedro hexakis es uno de los "Sólidos de Catalán", cuyo dual es el cuboctaedro truncado. El hexaquisoctaedro está formado por 48 caras, 72 aristas y 26 vértices. A esa clase de alta simetría pertenecen algunos de los cristales de granates (almandino) de las rocas ígneo-metamórficas que rodean al pueblo de Cachi.


 

Y por cierto, hay quienes han aventurado el interés en los minerales de la región para esas civilizaciones extragalácticas ansiosas de llevárselos (­con lo barato que está el flete cósmico!). Los investigadores del "Fenómeno Cachi" están divididos. Para unos, el Nevado de Cachi es solo la tapa secreta a un mundo subterráneo habitado por una civilización intra-


 

terrestre súper evolucionada y vigiladora de los humanos exteriores, mientras que, para otros, es el lugar de atracción de fuerzas cósmicas interestelares que guían hacia el lugar a representantes de lejanas civilizaciones (quienes, como quién pasea, harían un picnic de fin de semana para este extremo de la Vía Láctea). En ambos casos, uno de los motivos de distracción para estos viajeros exo o endoterráqueos parece ser dedicarse a juguetear con los trigales de Chicoana, o bien esconderse detrás de las nubes para que no puedan filmarlos, o enviar mensajes encriptados a las mentes de unos pocos elegidos para ordenarles construcciones de orientación terrestre (­al parecer viajan por el universo sin GPS!), o dedicarse a obtener pedazos de vacas (vacas mutiladas) para llevarlos como muestrario de sofisticados tejidos orgánicos terráqueos. Cada tanto hacen descender también a alienígenas del tipo "chupacabras" que parecen tener predilección por el ganado caprino del lugar. Bien, pasó el congreso y ya conocemos la generosa repercusión periodística. Ahora solo nos falta esperar la publicación de las actas para deleitarnos con las ponencias y las conclusiones "científicas" a que llegaron los estudiosos de ovnis.


 


 

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