ANTONIO CASADO
ZAMORANOS EN MADRID.
LA OPINION - El correo de Zamora - Opinión
Eloy Prada. Jueves, 26 de mayo de 2002
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En la década de los ochenta, cuando Daniel Jambrina ocupaba la presidencia de la Casa de Zamora en Madrid tuvo la feliz idea de celebrar en el salón Viriato unos almuerzos de carácter gremial, en los que se reunían unas veces los sacerdotes y ex-seminaristas, otras los periodistas y otras los militares, todos zamoranos, que llenaban de entusiasmo estas deliciosas comidas, magníficamente servidas por Dionisio Peláez Silva, que era en aquel tiempo el encargado del bar-restaurante en la entidad zamorana. Pues bien, en esas comidas de periodistas a las que asistí en diversas ocasiones conocí y traté a nuestro protagonista de hoy con el que sigo conservando una vieja amistad.
Antonio Casado Alonso nació en el pueblo zamorano de Ayoó de Vidriales, en la falda sur del Teleno, nicho medieval del movimiento monástico berciano y comarca que ha dado al mundo ilustres personajes en campos muy variados, algunos de los cuales han desfilado ya por estas páginas amicales.
Su infancia está repartida entre Medina del Campo, donde vivió hasta la edad de nueve años, y Ayoó, de donde recuerda a don Gabriel, un Maestro con el que, ciertamente, tuvo pocos contactos, ya que los cursos los hacía en Medina hasta que se trasladó a Zamora para cursar sus estudios de Bachillerato en el Instituto "Claudio Moyano" en el que -según declara el propio interesado- no fue buen estudiante hasta que tuvo como profesor particular a don José Galera quien, con procedimientos modernos en pedagogía, le enseñó a estudiar y, por tanto, a ser más aplicado, hasta el punto de no tener en adelante ningún suspenso.
Más tarde y en la Normal zamorana estudió Magisterio, ejerciendo su actividad solamente en el pueblo de Cional, en la Carballeda, de donde guarda muy gratos recuerdos. En 1964 se trasladó a Madrid donde estudió un curso de Filosofía, para ingresar enseguida en la Escuela de Periodismo de la Iglesia en la que hizo su carrera entre 1964 y 1968.
Se especializó en información política nacional y en sus comienzos laboró en el diario "Pueblo". Ha sido director de la revista juvenil "Trinca"; Redactor Jefe de la revista "Jaula" que dirigía Emilio Romero; Director informativo de tarde en Radio Nacional de España; Director de "España a las ocho" y Director-creador de la tertulia "Escrito en el aire" ambos espacios de Radio Nacional de España, de la que, asimismo, fue corresponsal diplomático. Ha sido también Redactor-Jefe y corresponsal político del semanario "Tiempo".
En la actualidad es contertulio en "La mañana" y "La linterna" de la COPE; y en "La mirada crítica" y "Día a día" de Tele-5; es columnista de O. T. R. (periódicos regionales), columnista de la revista "Epoca" y Director de "elconfidencial.com".
Ha publicado en 1995 el libro titulado "Detrás de Aznar" y confiesa que aunque varios editores le han propuesto que escriba otros libros de política no lo hará por el respeto que siente por estas publicaciones. Ahora -añade- «me persigue Imelda Navajo, de "La Esfera", para que escriba un libro sobre los últimos diez años de la Casa Real, los de Almansa, incluyendo, claro, todo el culebrón del Príncipe con Eva Sannum. No sé como escapar a las llamadas de la editora, pero finalmente me negaré. Es un tema demasiado delicado como para hacer un libro de consumo rápido. Me negaré, seguro».
Está absolutamente volcado en la información política, en los últimos años en el campo de opinión. Se le atribuye un perfil socialista, pero en general se le reconoce moderación y falta de sectarismo. Lo asume Antonio Casado que dice "tener un acusado sentido de lo que es el Estado y soy de los que apuntan a la política de firmeza de Mayor Oreja. En todo lo que es más opinable, me alientan los valores clásicos de la izquierda y el humanismo cristiano". Se siente muy español y encaja ese sentimiento en un credo laico y civilista que defiende por encima de todo la norma, la ley y el Estado de Derecho, como antídoto de la arbitrariedad. Sus placeres reales son el reencuentro con las gentes de Ayoó de Vidriales y la práctica del fútbol que es, digamos, su afición favorita.
Le gustaría que su firma apareciese en la prensa de Zamora, máxime cuando sus primeros pinitos en este campo los hizo en el diario "Imperio" con Sixto Robles Farizo como Director "y Maestro". Es este uno de los motivos de una cierta desafección por Zamora "en la que de adolescente descubrí un cierto clasicismo que se expresaba en torno a unas cuantas familias con idéntico punto de encuentro. Nunca he logrado desprenderme de esa reserva mental eso, probablemente, esté en el origen de mi mayor identificación con Vidriales que con la capital".
"Tengo que hacer una salvedad -precisa el entrevistado- a favor de mi amigo Antonio Vázquez, compañero de Instituto y en la Escuela de Magisterio, que hace unos años me invitó a pronunciar el Pregón de las fiestas de San Pedro. El Pregón lo centré, naturalmente, en el Motín de la Trucha".
Así es, y así se lo hemos presentado, el notable periodista zamorano Antonio Casado (voz muy conocida y apreciada en las antenas matritenses) con quien hablé de futuras reuniones en la Casa de Zamora, que el aceptó complacido, como aquellos simpáticos almuerzos de hace ya varios años que fueron causa de un mejor conocimiento y una mayor amistad con personalidades de auténtica valía nacidas en nuestra común y querida patria chica.
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