martes, 30 de abril de 2013

Paciencia y verdad, aunque duela, para seguir tirando

Antonio Casado
AL GRANO
EL CONFIDENCIAL.COM
Moncloa nos sirve un triple mensaje de consuelo para ir tirando. Primero, paciencia franciscana porque “el Gobierno sabe lo que hace” (Rajoy, Granada, domingo 28 de abril). Segundo, decir siempre la verdad, aunque duela. Y, tercero, confianza en que la realidad acabe derrotando las sombrías previsiones del Gobierno. Dan ganas de gritar como el montañero colgado en el vacío que escuchaba voces celestiales dispuestas a echarle una mano: “Ya, pero... ¿hay alguien más por ahí?”.

Ahí tenemos los fundamentos del nuevo y desalentador discurso oficial. Se puso en circulación a finales de la semana pasada, cuando la EPA del primer trimestre del año y la rectificación del cuadro presupuestario demostraron, una vez más, que vamos por mal camino. Mal camino es perseverar en la austeridad, que sigue quedándose a las puertas del gasto público improductivo. Y mal camino es la forma de comunicar esta clase de desventuras a la opinión pública. La parte más optimista del relato va hilvanada sobre indicadores tan fríos como déficit público, prima de riesgo, reestructuración bancaria y balanza de pagos.
Últimamente, sólo de vez en cuando a algún ministro o dirigente del PP se le escapa que la política económica del Ejecutivo está orientada a la creación de empleo. Sin cargar las tintas porque justamente en ese indicador, el empleo, el único que determina realmente el bienestar o el malestar de una sociedad, este Gobierno ha ido de mal en peor. Escuchado en la distancia, suena como una broma de mal gusto aquel “cuando yo gobierne bajará el paro” de Mariano Rajoy.

En los corrillos políticos y mediáticos se sigue comentando con estupor la ausencia de reacciones gubernamentales de altura cuando el jueves pasado se supo que en España ya hay más de seis millones de parados, la cifra más alta en la historia de la democracia española. Casi un millón de parados más que cuando Rajoy llegó a Moncloa. Exactamente, 929.100 más. La cifra también nos convierte en el país con la más alta tasa de paro de la Unión Europea (27,16%). Y aquí sí se localizan las verdaderas fuentes del desaliento y el malestar social.

Sin embargo, ni el presidente, ni la vicepresidenta, ni ningún ministro salió a dar la cara. La reacción de mayor nivel fue la de la secretaria de Estado de Empleo, Engracia Hidalgo, que se limitó a calificar el dato de “dramático” y a anunciar que el Gobierno trabajará sin descanso para que España pueda volver a ser “un país de oportunidades para todos”. La secretaria de Estado fue escoltada en sus declaraciones por dos cargos del PP. El vicesecretario, Carlos Floriano, dijo: “Que no nos ciegue ese mal dato”.Y el portavoz en parlamentario del PP en la Comisión de Economía, Martínez Pujalte, no pasó de calificar los datos de “escalofriantes”.

Francamente desalentador, ¿o no? Por cierto, mañana celebramos el Día del Trabajo. Aunque sea fiesta, no creo que el Gobierno quiera celebrarlo.

domingo, 28 de abril de 2013

Bola de fuego en el cielo argentino

RICARDO N ALONSO
Dr en Ciencias Geologicas
Unsa - Conicet


Por suerte fue un trozo de meteorito que se incineró en la atmósfera sin causar daños materiales ni afectar vidas.
El hecho de que la explosión registrada en el NOA fuera de noche magnificó la luminosidad del fenómeno.
La madrugada del domingo 21 de abril de 2013, alrededor de las 3:30 horas, una enorme bola de fuego iluminó gran parte del noroeste argentino. A pesar de la hora hubo en Salta muchos testigos presenciales y privilegiados como algunos pescadores en Cabra Corral y quienes participaban del festival musical de Los Tekis, entre otros. Por suerte fue un trozo de meteorito que se incineró en la atmósfera sin causar daños materiales ni afectar vidas humanas. Muy distinto de lo que pasó el 15 de febrero de este año en la ciudad rusa de Chelíabinsk donde la onda expansiva de un superbólido produjo el estallido y rotura de miles de vidrios de casas y edificios. El hecho de que la explosión del NOA fuera de noche magnificó la luminosidad.

Pensemos en un objeto que entra a la atmósfera a decenas de miles de kilómetros por hora y alcanza la incandescencia antes de fragmentarse y desaparecer. Puede tomarse como comparación lo que pasa cuando usamos un electrodo para soldar y ese punto incandescente genera alrededor una gran luminosidad. Y sin embargo la fuente de tanta luz en una soldadura es solo un poquito de hierro de no más de medio centímetro cuadrado. A tal punto que cuando el acero se pone incandescente no se puede mirar directamente la soldadura porque enceguece y de allí que los soldadores usen máscara con vidrio opaco. Lo mismo pasa con los superbólidos de meteoritos. A veces no son muy grandes pero vienen con tanta velocidad que se calientan al blanco vivo en su paso por la atmósfera.

Son el roce con el aire y la fricción lo que los calienta. Entonces no necesariamente tiene que ser un objeto de gran tamaño para dar lugar a la bola de fuego que se vio. Al entrar en la atmosfera pudo ser no más grande que un escritorio con velocidades del orden de los 20 kilómetros por segundo. Pero fue suficiente para que el fogonazo iluminara los cielos nocturnos de una gran región del NOA. De todos modos el Noroeste Argentino tiene una larga historia de caídas de bólidos y superbólidos. Sin ir más lejos en agosto de 1995 hubo una serie de explosiones en territorio salteño. Las mismas se registraron en los Valles Calchaquíes, Sierra de Santa Victoria, Metán, Galpón, Joaquín V. González y otros puntos. Uno de estos fue Incamayo, en la Quebrada del Toro, donde un objeto se desintegró sobre la ladera occidental de la quebrada, a menos de 200 m de una vivienda. En esa oportunidad hicimos un relevamiento con geólogos de la Universidad Nacional de Salta y vimos el lugar del impacto donde luego de algunos días todavía se desprendían fragmentos de roca y polvo.

Por la fuerza del impacto y la onda de choque los moradores de la casa fueron despedidos de las camas en que dormían y los caballos se escaparon y llegaron a unos 5 km río abajo. Si la trayectoria hubiese tenido unos metros de diferencia podía haber impactado directamente sobre la vivienda con funestas consecuencias. Este fenómeno de 1995 dio lugar que el sábado 20 de abril de 2013 nos visitara en Salta el equipo internacional de Discovery Channel para realizar una serie de entrevistas, justo un día antes de que ocurriera el evento que mencionamos en esta nota. Una rara casualidad. En todos los casos mencionados fue materia meteorítica lo que explotó en el aire o golpeó la superficie del suelo. Sin embargo siempre quedó la duda de lo que pasó en la década de 1970 en la zona de Orán donde una tremenda explosión en las serranías limítrofes con Bolivia pudo corresponder a chatarra espacial. Por su parte restos seguros de meteoritos se han encontrado en muchos puntos del norte argentino y del norte chileno. Un ejemplo emblemático es la lluvia de meteoritos que cayó hace 5000 años en el chaco santiagueño y donde todavía yacen en el lugar grandes bloques de hierro-níquel que pesan hasta 70 toneladas.

El lugar se llama Campo del Cielo y cubre una extensa área donde se dispersaron los fragmentos de sideritos muchos de los cuales se rescataron y están en diversos museos argentinos y del mundo. El fenómeno debió ser catastrófico para los paleo indios que ya circulaban por aquellas comarcas. En la Puna Argentina se han encontrado numerosos cráteres de impacto meteorítico con distintos tamaños y antigedades. Uno de ellos, el de Antofalla, descubierto por quién escribe durante una estadía en Cornell University en 1986, fue luego investigado en una expedición que organizó y financió el diario El Tribuno en 1987. En 1989 le mostré los resultados al famoso astrogeólogo norteamericano Eugene Shoemaker en el congreso geológico mundial de Washington. El año pasado, junto a investigadores expertos en meteoritos de Buenos Aires y Ushuaia, entre ellos Max Rocca y Daniel Acevedo, dimos a conocer algunos cráteres recién descubiertos en el congreso meteorítico mundial que se llevó a cabo en Cairns (Australia).

En el desierto chileno de Atacama se han encontrado también numerosos meteoritos y cráteres, entre ellos el de Monturaqui, famoso por sus pallasitas, un tipo de siderolito mezcla de hierro y roca. Materia meteorítica cae sobre la Tierra en forma permanente, sea como polvo meteorítico o pequeños fragmentos. La mayor parte se quema en la atmósfera dando lugar a las llamadas “estrellas fugaces”, muy notables de ver en los cielos límpidos y las noches estrelladas de la Puna. Unos pocos alcanzan la superficie perdiéndose en las selvas, en los desiertos o en el océano.

De allí que raramente se rescate alguno, y solo mayormente cuando caen en una zona donde pueden ser observados y recuperados. A fines de la década de 1990 cayó un meteorito en la zona del Aeropuerto El Aybal, que fue rescatado y estudiado por Orquídea Morello y Jorge Anesa de la Comisión Nacional de Energía Atómica, quienes publicaron los resultados en el 2000. Meteoritos y asteroides de gran tamaño han caído a lo largo de la historia de la Tierra y en algunos casos produjeron extinciones masivas como ocurrió con el asteroide de 10 km que impactó hace 65 millones de años en Yucatán y produjo la extinción global de los dinosaurios. Carl Sagan desarrolló ampliamente el tema en su libro Comet (Cometas), del cual tengo un valioso ejemplar dedicado a mi nombre que me regaló el autor. La caída de estos cuerpos celeste forma parte del azar cósmico y mientras no generemos un paraguas atómico para interceptarlos, similar al que se desarrolló en el programa bélico “Guerra de las Galaxias”, la civilización estará a merced de un tipo de fenómeno de naturaleza estocástica y contingente.

La España política camina hacia la italianización

ANTONIO CASADO ALONSO
AL GRANO
EL CONFIDENCIAL.COM

Dos luces de posición definen el rumbo del Gobierno hacia la presunta salida de la crisis económica: su último plan de reformas y el nuevo programa de estabilidad. A la espera de que el presidente, Mariano Rajoy, las explique en el Congreso la semana que viene, a la opinión pública no le queda otra que atenerse a las reacciones políticas y mediáticas de ese difuso catálogo de medidas comunicadas por la vicepresidenta Sáenz de Santamaría, escoltada por los ministros De Guindos y Montoro tras del Consejo de Ministros del viernes pasado.

La palabra es decepción. Uno de los periódicos más afines habló incluso de “rendición”. De ninguna de las dos sensaciones nos cura el desparpajo sureño de Javier Arenas: “El Gobierno hace previsiones con la confianza de que la realidad las mejore”, dijo ayer el ex vicepresidente del Gobierno y ahora vicesecretario general del PP en expectativa de destino. Por ahora la realidad conspira despiadadamente contra Rajoy en el único indicador que realmente casa a las personas con la economía: el paro. Y ya nos han dicho que seguirá creciendo, incluso más allá del fin ordinario de la Legislatura (noviembre de 2015).

Está bien a la vista la derivada política de ese dato de la realidad, combinado con otros precursores del alarmante desprestigio de las instituciones y la subida de la temperatura en la calle. Las noticias de estos últimos días han pulverizado los planes del PP. Se trataba de convocar las próximas elecciones con vientos favorables de remontada económica y creación de empleo. Pero si la realidad no mejora las previsiones del Gobierno hasta 2015 –suele ser al revés, por lo general-, la política española va a camino de la italianización.

El riesgo está cantado en todos los sondeos encargados incluso antes de saber que ya tenemos más de seis millones de parados, que el Gobierno empeora su escenario presupuestario y que las medidas de estímulo no aparecen en los nuevos planes de Moncloa. Las encuestas son demoledoras para los dos grandes partidos. Hay una tendencia imparable: por primera vez desde la recuperación democrática de 1978, la suma PP-PSOE no llegará a la mitad de los votantes.

La cara política del drama es el castigo a los dos pilares del sistema de representación. Se desmorona la credibilidad del PP pero no se recupera la del PSOE. Ambos cargan con su respectivo pecado original. Si el de Zapatero fue su tardío reconocimiento de la crisis, el de Rajoy fue anunciar que la resolvería, haciendo creer a los españoles que el desalojo de los socialistas era la condición previa a la remontada.

Si el paro y la recesión pintan todavía peor que pintaban cuando Rajoy llegó a Moncloa, a Rubalcaba le dicen las encuestas que el PSOE ha sido adelantado por Izquierda Unida en intención directa de voto. Esa señal de alarma es precisamente la que utilizan los dirigentes críticos que, como Carmen Chacón, presionan a la dirección para que convoque elecciones primarias abiertas inmediatamente después del verano que viene

viernes, 26 de abril de 2013

El acoso al Congreso duele menos que la herida del paro

Antonio Casado
AL GRANO
EL CONFIDENCIAL.COM

Los alborotadores en torno al Congreso de los Diputados, al amparo de una mayoría incompatible con la violencia, no tienen ni de lejos la capacidad desestabilizadora que ejercen, por ejemplo, la corrupción política, los seis millones de parados, el creciente desprestigio de las instituciones o el desaliento de los españoles ante un horizonte cada vez más negro. Sin embargo, la agitación callejera de la tarde-noche de ayer es un celebradísimo pretexto para impartir lecciones de democracia.

Por pretextos no quedará. Desde los escraches hasta los puñetazos de Xosé Manuel Beiras sobre la tribuna del Parlamento gallego. O las declaraciones de Gonzalo Moliner, presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial. Ha sido cosa de ver y oír el alarde de conocimientos jurídicos exhibido por ciertos opinadores ante la asimilación del escrache a una forma de ejercer el derecho de manifestación, tal y como la formuló el mencionado señor Moliner, sin justificar la intimidación ni la violencia, como tuvo que precisar ayer mismo. Algún necio ha habido por ahí tratando de explicar al magistrado, con cuarenta y tantos años de plena dedicación a la Judicatura, que el acoso a los diputados del PP debe considerarse un ataque a la soberanía nacional.
Si es una enormidad acusar al presidente del Tribunal Supremo de estar legitimando esas formas de protesta callejera, no lo es menos otra de amplia circulación en sectores políticos y mediáticos de la derecha desinhibida. Me refiero a la que ha dado en considerar un intento de golpe de Estado el 'asalto' de ayer a un Congreso de los Diputados preventivamente amurallado por las fuerzas del orden. No tan lejos ha ido la reacción oficial del partido en el poder, pero se ha quedado cerca. Ahí está el llamamiento de su vicesecretario general, Carlos Floriano, a defender la soberanía nacional y las instituciones democráticas, amenazadas, según él, por “la izquierda radical”. Ya sabíamos que han sufrido serios desperfectos de imagen y concepto, aunque no por los bastonazos de la izquierda radical.

Un Bárcenas o un Urdangarin hacen más daño a la Democracia que cuarenta intentos de asalto al Congreso, justa y legítimamente impedidos por las fuerzas policiales. Para eso están. Y por muy arrebatadora que sea la pasión por la libertad de la numero dos del PP, María Dolores de Cospedal, es inadmisible su odiosa comparación de los agitadores de Ana Colau con los nazis de Hitler. Como ya escribí la semana pasada, es una barbaridad ignorar el contexto y reducir la motivación solidaria del movimiento antidesahucios a un resabio fascista.

Lo entiendo como una forma de desviar la atención de los problemas de fondo que tiene España y quienes la gobiernan. Por ejemplo, ese récord histórico de paro que conocimos ayer. O ese millón largo de puestos de trabajo destruidos desde que Mariano Rajoy llegó a la Moncloa con la promesa de enderezar el desastre del Gobierno Zapatero. La herida del paro. Eso duele más. Eso es lo que realmente daña la Democracia, y no los cuatro chicos de la gasolina que anoche practicaron la kale borroka en el centro de Madrid.

jueves, 25 de abril de 2013

A la espera de que Moncloa nos ponga más deberes

Antonio Casado
AL GRANO
EL CONFIDENCIAL.COM

No digan que fue un sueño. Al más alto nivel de responsabilidad han sonado voces en la UE y el FMI declarando el fracaso de las políticas de ajuste. En ambos centros de poder se abre paso la idea de que los recortes nos alejan de la recuperación. Las últimas cifras de paro en España les dan la razón. Pero el Gobierno de Mariano Rajoy nos va a poner más deberes. Para mañana se anuncia una nueva oleada de medidas. Se trata de recomponer el marco presupuestario, que en su primer trimestre de vigencia ya ha saltado por los aires. Incluso antes. Desde su entrada en vigor, el primer día del año en curso, todos los informes nacionales e internacionales coincidían en un cuadro de previsiones sobre España mucho más negro del previsto en los Presupuestos Generales del Estado.

En crecimiento, ni una buena noticia, al margen de los actos de fe que nos pide el Gobierno. El FMI anuncia que España se hundirá más en la recesión, hasta el 1,6% negativo, y que la situación seguirá siendo mala o muy mala hasta el año 2018. Y en empleo acabamos de saber que hemos desbordado ya la temida barrera del 27%. Ahí es donde está el verdadero agujero negro del tono vital de los españoles. El dato les familiariza con realidades tan crudas y tan cercanas como la pobreza, la exclusión social, el desahucio, el pesimismo y la falta de confianza en los gobernantes.
Capítulo aparte merecen el déficit presupuestario y la deuda. Son los indicadores asociados a la reconquista de nuestra credibilidad ante los mercados y las instituciones económicas internacionales. En su nombre se dictan los recortes, se piden sacrificios y se proclama el dogma civil de la austeridad en tiempos revueltos. Una verdadera cruzada del Gobierno que ha convertido en carne de cañón a una amplia capa social de clase media. Todo por reducir la deuda y el déficit público, pero la cruda realidad es que no han cedido ni el uno ni el otro.

La UE nos coloca a la cabeza del pelotón de los torpes. Si no nos hacemos la trampa en el solitario con la excusa de que la ayuda bancaria no computa en el expediente sancionador europeo, la realidad es que el año 2012 se cerró con un déficit del 10,6% (cifras Eurostat), casi un punto por encima de aquel malhadado 9,4% de la herencia socialista. Y en cuanto a la deuda pública, sigue al alza. Oficialmente está en el 84% del PIB, aunque los expertos la sitúan en el 112% desmaquillado. El año pasado aumentó en 200.000 millones de euros (el Fondo de Liquidez Autonómico y el famoso banco malo tuvieron la mayor parte de la culpa). Y lo peor de todo es que la UE y la OCDE dicen que seguirá subiendo hasta tocar techo en 2014 o 2015, con un 100% oficial, equivalente a un 130 desmaquillado.

Por encima de los fríos indicadores, la sensación dominante en el sentir de los ciudadanos es de inutilidad de los sacrificios. Se nos dice que es para salir del agujero, pero no hemos escapado ni de lejos a la maldita secuencia: austeridad-recesión-paro. ¿De qué han servido entonces los sacrificios? De nada, a la vista de estos datos. ¿Y no han dicho la UE y el FMI que vale ya de recortes porque sólo generan recesión? Sí, pero quien manda no es Durao Barroso ni Christine Lagarde, sino Angela Merkel. Y hasta que la canciller no pase por las urnas del otoño en Alemania, pueden seguir esperando quienes, como Rubalcaba en el Congreso, piden al Gobierno un cambio de política económica antes de que el enfermo se muera a causa de la medicina que le están administrando.

martes, 23 de abril de 2013

La prima de riesgo no nos saca de pobres a los pobres

Antonio Casado
AL GRANO
EL CONFIDENCIAL.COM
Lo comenta en la distancia corta un destacado exponente de los equipos económicos del Gobierno. Si a principios del verano la prima de riesgo no desciende hasta la horquilla de los 250-300 puntos básicos, se romperán los planes políticos de Rajoy, que consisten en convocar las próximas elecciones generales con una economía nacional en crecimiento. No lo formula como un temor, sino como un anuncio voluntarista. A la contra de las previsiones del FMI, que acaba de poner sobre la mesa un panorama desolador para España hasta 2017, mi interlocutor dice que tocaremos fondo en 2013 y estaremos creciendo en 2014.

El argumento toma la prima de riesgo como primer indicador de la salida de la crisis. Habrá señal de remontada cuando quede por debajo de los 200-250 puntos básicos. La jornada de ayer no pudo ser más esperanzadora. Además de colocar con suma facilidad la última emisión de bonos, la prima de riesgo bajó de los 300 puntos. Eso no ocurría desde hace más de un año. Aunque los expertos hablan del nuevo calendario de reducción del déficit y el manguerazo japonés de dinero fresco como causas de la buena noticia, en Moncloa prefieren colocar en el centro del discurso la mejora de nuestra credibilidad. Ante los mercados, dispuestos a bajar el coste de nuestra financiación. Y ante la UE, que retribuye la política de ajustes del Gobierno Rajoy dándonos más tiempo para hacer el mismo camino hacia el sacralizado 3% de déficit en las cuentas del Estado.
Todo eso es verdad. Sin embargo, tanto en la UE como en el FMI va tomando cuerpo la idea de que los recortes nos alejan de la recuperación. “Las políticas de austeridad ya no son la respuesta”, acaba de declarar el presidente de la Comisión, Durao Barroso. En la misma línea está el último informe del FMI. Con una inesperada alusión a las personas de carne y hueso que hemos de saludar. Dice el organismo que preside Christine Lagarde que esas políticas restrictivas, además de generar más recesión, “aumentan la decepción de los ciudadanos”.

Ya supongo que esta alusión a los sacrificios de las personas y de las familias es un decimal en el discurso economicista del FMI y los jerarcas de Bruselas. Pero algo es algo. Al menos como dosis de recuerdo de que la motivación central de la política económica debería ser el bienestar de las personas. Es imposible que la mejora de indicadores tan fríos como la prima de riesgo o el equilibrio presupuestario consigan la adhesión de una ciudadanía agobiada por el paro, la pobreza, la desigualdad o el creciente deterioro de los servicios públicos, que son las duras realidades cercanas a un número cada vez mayor de españoles por una crisis económica incubada en los despachos de los grandes centros del poder financiero y político.

De momento no son más que palabras vagamente alusivas a la necesidad de explorar políticas más orientadas al crecimiento. Los españoles ya saben por boca del ministro Montoro que el Gobierno no piensa renunciar a la política de la austeridad. A ver si nos pasa lo que le sucedió a aquel gitano que, sobre lo que quedaba de su asno, se lamentaba: “Ahora que se estaba acostumbrando a no comer, va y se me muere”.

Enésima oleada de ‘quinielismo’ sucesorio en el PSOE

Antonio Casado
AL GRANO
EL CONFIDENCIAL.COM
El presunto aspirante a la Secretaría General del PSOE, Eduardo Madina, declaró ayer en las puertas de Ferraz ante una nube de periodistas, a la espera de no se sabe qué bombazo informativo, que el puesto no está vacante. Semejante obviedad sirvió para frenar la enésima oleada de quinielismo de sustitución. Es decir, una especie de carrera en círculo, detrás de una sombra, para ocupar un puesto que ya está ocupado, según propia confesión de ese y otros presuntos aspirantes.

El quinielismo hace daño al PSOE porque desestabiliza la marcha del partido, tal y como ha quedado orientada en un plan de trabajo marcado por la dirección. Ese plan incluye la celebración de unas elecciones primarias para que militantes y simpatizantes elijan al aspirante socialista a la Presidencia del Gobierno y, eventualmente, un congreso para elegir al secretario general.

¿Y cuándo será todo eso? Pues cuando lo decida quien lo tiene que decidir, que no es Zapatero, ni el adversario político, ni un determinado medio de comunicación, ni la asociación de amigos del clarinete. Eso le toca a la dirección del partido legítimamente constituida. Y lo hará cuando le convenga, como ayer explicó con toda claridad la vicesecretaría general, Elena Valenciano. Y lo demás son relatos fantásticos
Querer forzar las cosas porque el PSOE está sumido en el desprestigio, que comparte con otras entidades políticas e institucionales (díganme alguna que esté a salvo de la epidemia), sólo puede entenderse como un intento de socavar la autoridad del secretario general. El intento, además, no tiene recorrido porque ni siquiera está convocado el proceso (primarias). Y distrae al partido de la hoja de ruta señalada por los órganos de dirección, que están para algo, que son legítimos y que representan la voluntad de la militancia expresada libremente en un congreso celebrado hace poco más de un año.

Todo eso lo saben quienes desde dentro alimentan la voracidad de periodistas enredadores y desde fuera crean las condiciones para que los dirigentes del PP acusen a sus principales adversarios de estar más pendientes de sus querellas internas que de los problemas del país. Miel sobre hojuelas si eso le sirve a Javier Arenas o a Dolores de Cospedal -tampoco está mal la querella entre ambos- para dar lecciones de democracia y dejar en segundo plano el caso Bárcenas.

En resumen, que este nuevo brote de quinielismo, extinguido ayer con la celebración de una Ejecutiva donde no ardió nada, a pesar del incendio anunciado en ciertos medios de comunicación, se quedó en unas declaraciones de Eduardo Madina en las que apeló a los procedimientos reglamentarios y a los tiempos marcados por la dirección para elegir democráticamente al candidato a la Moncloa y, en su caso, al secretario general, a lo que puede optar cualquier militante, incluido el actual secretario general. Lo de Madina ha sido un cohete de feria que explota antes de tiempo.

domingo, 21 de abril de 2013

Los jesuitas y la minería

RICARDO N. ALONSO,
Doctor en Ciencias Geológicas
 (UNSa-CONICET) 

Los jesuitas llegaron a lo que hoy es la República Argentina en la segunda mitad del siglo XVI. Hasta 1767, cuando fueron expulsados por orden de Carlos III, la orden creció en vastas porciones del cono sur, principalmente en Bolivia, Paraguay, Brasil y Argentina. Los desarrollos económicos fueron notables y se destacaron en los campos de la arquitectura, música, enseñanza, agricultura, ganadería y minería, entre otras muchas actividades relacionadas con las ciencias y las artes.

Si algo caracterizaba a la orden era su preparación intelectual y su dedicación al estudio y a la profundización de los conocimientos. Las más de diez mil partituras musicales descubiertas en la Chiquitanía de Bolivia, sus observaciones astronómicas, los trabajos cartográficos, las prolijas descripciones de la naturaleza americana en cuanto a su flora y a su fauna, los desarrollos en la agricultura con la caña de azúcar, el algodón y la yerba mate, son algunos de los hitos de la obra jesuita en Hispanosudamérica. Descollaron además en la minería. Para ello aprovecharon sabiamente todo el conocimiento previo de los indígenas quienes conocían la localización de distintas vetas de metales preciosos y algunos de los ríos que llevaban oro entre sus arenas.

En otros casos fueron ellos, con su ciencia, quienes dieron con nuevos criaderos minerales o con métodos metalúrgicos que les permitieron aprovecharlos. Un caso paradigmático fue la fundición de hierro realizada en 1700 por el padre Antonio Sepp en las misiones guaraníticas aprovechando los suelos ferruginosos rojos formados por la alteración tropical de las rocas basálticas. En Córdoba, donde instalaron su famosa universidad, explotaron con habilidad las numerosas vetas de cuarzo aurífero de las sierras. Manuel Alberdi, el hijo no reconocido de Juan Bautista Alberdi, que fue un geólogo e ingeniero de minas educado en París, realizó a fines del siglo XIX un prolijo reconocimiento de todas esas vetas auríferas que tenían el antecedente del paso por allí de los jesuitas. En igual sentido explotaron las vetas auríferas y los aluviones del distrito La Carolina en San Luis.

También se registra su paso por Paramillos de Uspallasta en Mendoza. Pero donde cumplieron una tarea minera importante fue en los Nevados de Famatina en La Rioja, donde explotaron oro de vetas y aluviones y también aprovecharon numerosos y ricos filones de plata. Al igual que en las viejas minas del Aconquija en Tucumán. Importantes fueron también los trabajos llevados a cabo en Incahuasi, una mina de oro ubicada al sur del salar del Hombre Muerto y que perteneció históricamente a Salta. Su nombre hace alusión a “casa del Inca” y fueron estos quienes la explotaron antes de la llegada de los españoles. Luego estuvieron allí los jesuitas que hicieron importantes desarrollos hasta su expulsión, pasando más tarde a manos de la familia salteña Isasmendi. Con la Revolución de Mayo fueron abandonadas y luego se explotaron a partir de 1936 hasta que cesaron a mediados del siglo pasado.

Los trapiches y las ruinas hablan a las claras de la importancia que tuvo en el pasado este distrito aurífero. Muy parecido es el caso de Antofalla, donde también hubo ruinas jesuíticas para explotar y beneficiar la plata del volcán homónimo. Los jesuitas convirtieron el pequeño paraje de Antofalla en la reseca Puna occidental en un pequeño oasis con frutales, acequias de riego y parcelas de labranza. Las vetas de plata del volcán Antofalla fueron beneficiadas en rústicos hornos en los cuales se habrían usado boratos de la zona como fundente. En el siglo XIX esas minas pertenecieron al salteño don Indalecio Gómez, padre del estadista argentino del mismo nombre. La Puna de Jujuy es muy rica en evidencias de minas explotadas por indígenas, españoles y entre estos los jesuitas.

El occidente de la Puna jujeña se caracteriza por una gran distribución de vetas de cuarzo con oro nativo y también por los aluviones formados a partir de la destrucción de esas rocas que han llevado a las chispitas y pepitas a mezclarse con las arenas de los ríos puneños. Uno de los lugares emblemáticos es Rinconada donde se encontró la pepita de mayor tamaño descubierta en el país la que pesó ocho kilos. Seguramente hubo muchas más y de mayor tamaño pero nunca fueron registradas oficialmente. También pertenecen a esa faja de Rinconada, los yacimientos auríferos de Santa Catalina, Torno, Azules, Ajedrez, Santo Domingo y otros. En todos ellos aparecen en mayor o menor medida las vetas o los aluviones. Un lugar que me sorprendió por el extraordinario trabajo de explotación de los aluviones auríferos fue Rosario de Coyahuaima. Allí se ven montañas de grava que fueron removidas y lavadas para sacarles el oro y una gama de instalaciones para realizar el trabajo consistente en canaletas, pisos empedrados, caídas de agua y además instalaciones de fundición aprovechando el sistema de los rústicos hornos llamados huayras. Las minas de plomo y plata de Pan de Azúcar y Aguilar, esta última en actividad, también registran explotaciones antiguas de la época colonial. Igualmente Fundiciones (mina Chinchillas), cuyo nombre hace referencia a los ingenios metalúrgicos que allí funcionaban.

La mina de Cobres en la sierra del mismo nombre al oeste de Salinas Grandes fue otro lugar de intensa actividad minera para la explotación de cobre y oro. Allí estuvieron indígenas antes de los Incas, luego estos y más tarde los españoles. Existen abundantes restos de explotación de los minerales y de los ingenios metalúrgicos para su beneficio. Un capítulo aparte merecen las reducciones jesuíticas fundadas a lo largo del río Pasaje o Juramento en su paso por los departamentos de Metán y Anta, tales como Balbuena, Miraflores y otras. Roberto J. Payró cita a Emilio Morales, que excavó Esteco y quién comenta: “A distancias que varían de cinco a catorce leguas se han encontrado yacimientos de cobre minas viejas y cegadas ya-, que pueden considerarse las mejores de Salta. […] En otro sitio hallé restos de hornos de fundición. Además, las minas de plomo y plata encontradas allí son de tan buena clase que la galena se corta a cincel”. Un análisis pormenorizado de la minería en el norte argentino puede consultarse en mi libro: Alonso, R.N., 2010. Historia de la Minería de Salta y Jujuy, siglos XV a XX. Mundo Gráfico Salta Editorial, ISBN 978-987-1618-19-4, 332 p. Salta.
Expulsados de América los jesuitas se llevaron toda la información que disponían de las minas y sus ubicaciones, la mayor parte de la cual está irremisiblemente perdida. Reconstruir la historia de la minería jesuítica en nuestra región es todavía una asignatura pendiente.

Extraña irrupción de Torres-Dulce en el caso Faisán

Antonio Casado
AL GRANO
EL CONFIDENCIAL.COM
Vuelve el asunto del supuesto chivatazo policial a ETA en mayo de 2006, cuando la banda negociaba por debajo de la mesa con el Gobierno. Asunto largamente utilizado por el PP en la oposición como recurrente pedrada política contra el PSOE de Zapatero en el poder. Y ahora como cortina de humo para seguir ocultando las novedades del caso Bárcenas. Eso parece, aunque me cuesta creer que esa utilización del llamado caso Faisán (un episodio de la lucha antiterrorista) la inspire el presidente, Mariano Rajoy, y mucho menos el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que, como buen cristiano, sabe que a menudo Dios escribe recto con los renglones torcidos.

Algo así ocurre en la política antiterrorista. Y en la lucha contra la delincuencia en general, donde la infiltración, el chivatazo bajo control y el intercambio de 'favores' forman parte de la tensión entre policías y ladrones, buenos y malos. El caso Faisán es un episodio de buenos y malos amontonados, como en el bar de Rick (Casablanca). Sin embargo, aquellos van a pasar por el banquillo antes que los malos. Como si fueran más peligrosos. Para el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, en realidad son iguales. Al ordenar que los policías sean acusados de “colaboración con banda armada”, los equipara al aparato de extorsión de ETA.
Carece de importancia que uno de los dos procesados, el exjefe superior de Policía de Bilbao, Enrique Pamiés, haya intervenido decisivamente en la detención de 500 etarras y la desarticulación de 50 comandos (¿Pamiés, colaborador de ETA?, ¡venga ya¡). A pesar de esos antecedentes, Torres-Dulce opina que no es bastante el reproche penal solicitado por su subordinado, el fiscal del caso, Carlos Bautista, por “revelación de secretos”, delito castigado con hasta 2 años de cárcel. Le ordena subir el listón hasta los cinco años de prisión, que es la pena a la que podría ser condenado Pamiés y el exinspector de la Brigada de Información de Álava, José María Ballesteros.

O sea, que el llamado aparato de extorsión de ETA (léase Joseba Elosúa, un anciano de 79 años que regentaba un bar infectado de policías) no ha pasado por del banquillo pero sí van a pasar en breve dos policías con meritorio historial de lucha contra el terrorismo. Lo cual va a dar lugar al hecho de que les juzguen por colaboración con banda armada sin tener la evidencia judicial de que el tal Elosúa, con el que presuntamente colaboraron, perteneciese realmente a una banda armada.

El SUP (Sindicato Unificado de la Policía) ha denunciado la motivación política que hay detrás de la orden expresa del fiscal general, nombrado por el Gobierno de turno, para que el fiscal del caso suba el tono de su acusación hasta el supuesto delictivo de “colaboración con banda armada”. No parece tener mucho sentido como operación de desgaste de un líder socialista en horas bajas, Rubalcaba, que era ministro del Interior cuando ocurrieron los hechos. Más bien se deduce que el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, quiera hacer méritos en la estrategia de ocultamiento del caso Bárcenas que viene desplegando el PP.

viernes, 19 de abril de 2013

Un blindaje judicial para la vida privada de Urdangarin

Antonio Casado
AL GRANO
EL CONFIDENCIAL.COM
Ya conocen ustedes el viejo aforismo debido a Plutarco (Vidas Paralelas) y aplicado a Pompeya, la esposa de Julio César, según el cual a la mujer del emperador no le basta ser honesta. Además, ha de parecerlo, como virtud complementaria y equiparable en la escala de valores. La apariencia ha subido en la jerarquía. Ahora prima sobre todo lo demás. Lo importante es parecerlo, aunque sea con blindaje judicial. De universal aplicación a la mujer del emperador y al emperador también, obligados a ser ejemplares.

La ejemplaridad es la servidumbre del poder. Una especie de peaje por la fama, la influencia, el liderazgo o, simplemente, la pública notoriedad. Si un famoso se mete en líos pagará por ello un precio mayor que el de un ciudadano normal. Y no digamos si el famoso, además, tiene poder político o representa a una institución. La Corona, por ejemplo. Así funcionan los regímenes de opinión pública y libre circulación de “pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción”, con expreso reconocimiento y protección del derecho a “comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión”. El entrecomillado pertenece al punto primero del artículo 20 de la Constitución Española. Y el punto segundo es así de rotundo: “El ejercicio de estos derechos no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa”. Añado de mi cosecha: aunque se trate de la vida privada de un miembro de la Familia del Rey.
Iñaki Urdangarin se ha dirigido a un juzgado de Barcelona anunciando que piensa presentar una demanda por vulneración de su derecho a la intimidad contra Diego Torres y siete medios de comunicación, entre los que se encuentra El Confidencial. Afecta a la difusión pública de los famosos correos electrónicos filtrados por Diego Torres, exsocio de Urdangarin y la infanta Cristina, en tanto dichos correos hagan referencia a la intimidad del duque de Palma y su familia (la infanta Cristina, en primer grado, como es público y notorio).

La libertad de expresión tiene límites. Uno de ellos es el derecho a la intimidad que, en colisión con la libertad de expresión y el derecho a la información, ha dado lugar a una copiosa y no unificada jurisprudencia. Hay numerosos y variados precedentes de pleitos en ese sentido. Es muy difícil encontrar precedentes de medidas cautelares que, incluso antes de presentarse la demanda (Urdangarin tiene veinte días para hacerlo), prohíban a medios de comunicación predeterminados “revelar, publicar y difundir” correos electrónicos que hagan referencia a la vida privada del yerno del Rey. Eso no es lo peor. La dificultad de encontrar precedentes es insuperable en lo que se refiere a la parte preventiva. Medidas cautelares, claro, de eso se trata, de poner la venda antes de que resulte lesionado el honor de ese duque de Palma que aprovecha el rango público en las maduras y reclama el rango privado en las duras.

La juez del juzgado numero 46 de Barcelona, María del Remei Vergés, dictó ayer un auto en el que no sólo se prohíbe la publicación de los correos electrónicos. Se prohíbe también, ojo al dato, “hacer declaraciones, efectuar comentarios, emitir opiniones o juicios de valor sobre el contenido de dichos mensajes”. Lo siento, pero el asunto tiene un molesto tufo a censura previa y blindaje especial para un determinado personaje público.

jueves, 18 de abril de 2013

Rouco da al PSOE ocasión de reconocerse en el laicismo

Antonio Casado
AL GRANO
EL CONFIDENCIAL.COM
Frente a una amenaza del adversario, una amenaza mayor, como en el juego del ajedrez. Advierte el PSOE de que denunciará los vigentes Acuerdos del Estado español con la Santa Sede, que es el concordato de 1953 blanqueado en 1979 por el incipiente régimen democrático, si el Gobierno de Mariano Rajoy osa modificar la actual ley del aborto en sintonía con las tesis restrictivas del Episcopado. Lo ha soltado la vicesecretaria general del partido, Elena Valenciano.

Como no es la primera vez que el PSOE reprime sus querencias laicistas por tener la fiesta en paz, sobre todo cuando está en el poder, la número dos del PSOE se ha apresurado a advertir: “Esta vez va en serio”.

En una concepción del laicismo como espacio de integración, que es la supuesta base doctrinal de los socialistas españoles, no cabe la confusión de las esferas civil y religiosa, ni los privilegios fiscales de la Iglesia, ni el sueldo de los clérigos por cuenta del Estado ni la pretensión de dictarle al poder civil la normativa legal sobre la interrupción voluntaria del embarazo.
Todo eso lo suele denunciar el PSOE cuando está en la oposición, pero lo aparca cuando está en el Gobierno. Donde más lejos ha llegado a la contra de las posiciones de la Iglesia, es en la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo y en la vigente ley reguladora del aborto. Ambas durante el mandato de Rodríguez Zapatero (2004-2011), al que los genios de la derecha furiosa presentaban por aquel entonces como un buen ejemplar de fundamentalista ideológico.

La polémica ha reaparecido con el toque del cardenal Rouco Varela al Gobierno en la asamblea del Episcopado. Enésima dosis de recuerdo respecto al compromiso electoral del PP de acabar con la ley del aborto impulsada por los socialistas. Y enésima imprecisión del Gobierno Rajoy sobre el cuándo y el cómo de la contrarreforma, aunque unas palabras del ministro Gallardón (mejor “indicaciones” que “plazos”, ha dicho como única pista) han creado la expectativa de que el compromiso del PP va tan en serio como la amenaza socialista de proponer el divorcio entre Iglesia y Estado de una vez por todas.

Menos lobos. En lo uno y en lo otro. Ayer pregunté a una fuente solvente de Moncloa sobre la revisión comprometida por el PP y reclamada por el Episcopado. Ni está ni se la espera. Pero Rouco ha dado al PSOE la excusa para reconocerse como partido laico y de izquierdas. Rubalcaba estará encantado si le acusan de jugar la baza anticlerical. A partir de ahí, el ataque preventivo: “Si el Gobierno del PP va a ir de la mano de los obispos para modificar la ley del aborto, volviendo a limitar la libertad de las mujeres, ya les anuncio que el PSOE exigirá que se denuncien los acuerdos con la Santa Sede”.

El aviso, formulado con esas palabras por Elena Valenciano, viene a ser como una bengala de situación. Los socialistas andan perdidos entre la bruma y necesitan recobrar sus coordenadas ideológicas antes de que sus votantes de siempre acaben suspendiendo la búsqueda.

miércoles, 17 de abril de 2013

Pere Navarro defiende en Madrid el derecho a decidir

 Antonio Casado
AL GRANO
EL CONFIDENCIAL.COM

Buena la hicieron los socialistas catalanes al incluir el dichoso “derecho a decidir” en su programa electoral. Están cautivos de ese compromiso. Pesa como una losa sobre el conjunto de los socialistas españoles, con su secretario general, Pérez Rubalcaba, a la cabeza. Y tanto en Cataluña como en el resto de España alimenta la sospecha de que el PSC es una especie de tonto útil del nacionalismo. La sospecha se desprende de un discurso que defiende con la misma firmeza el derecho a decidir y el rechazo a la independencia de Cataluña. Como si fueran compatibles. Y no lo son, a mi juicio.

El secretario general del PSC, Pere Navarro, vino ayer a Madrid para desmentirlo una vez más. Por si acaso, Rubalcaba puso tierra por medio cediendo al exministro Ángel Gabilondo (atinadas sus apelaciones a la “sensatez” y la “concordia”) el honor de apadrinar la conferencia. A lo largo de su intervención, con preguntas de periodistas al final, Navarro no consiguió ahuyentar la sensación de que, con su reiterada defensa del derecho a decidir, los socialistas catalanes están inflando las velas del barco segregacionista que pilota Artur Mas.

La reaparición de Navarro en Madrid coincide con la inesperada sed de centralidad del tándem nacionalista que gobierna en la Generalitat y su necesidad de entenderse con Madrid para evitar el colapso financiero de Cataluña. Gobernabilidad o caos. Es el dilema de Artur Mas. Eso mejora levemente el papel político del PSC pero le sitúa ante su propio dilema: blanquear la operación soberanista o dejar que el president afronte sus contradicciones y se enrede en su propio laberinto.

Insisto: el paso de Navarro por Madrid no despejó las dudas. Ni esas ni las de su eventual reencuentro con el discurso del líder del PSOE, Pérez Rubalcaba, mediante la revisión consensuada de los acuerdos PSOE-PSC firmados hace 35 años por Joan Raventós y Felipe González. No habrá ruptura. Nadie la quiere. Las dos partes saldrían perdiendo. Pero también es cierto que se mantiene viva la discrepancia respecto al derecho a decidir. Van a tratar de reabsorberla en ese común y difuso horizonte de segunda transición y reforma constitucional de marco federalista. Por ahí van las conversaciones encaminadas a la firma de un nuevo protocolo de relación PSOE-PSC.

De momento, la dirección del PSC no tiene la menor intención de renunciar a la defensa de una consulta para conocer la voluntad de los catalanes sobre su futuro, aunque tiene que ser “legal” y “acordada”, según Navarro. Es como decir una cosa y la contraria al mismo tiempo, si nos atenemos al contexto. Es imposible una consulta legal y acordada con el Gobierno para decidir el futuro político de los catalanes en el marco jurídico-político diseñado en la Constitución. Salvo que en la consulta participe el conjunto de los españoles. No parece que esa sea la idea de Artur Mas y su socio Junqueras (ERC).

Navarro dijo ayer en Madrid que el derecho a decidir no es un instrumento para conseguir la independencia de Cataluña. No lo será para él, pero sí lo es para los nacionalistas. De modo que defender el instrumento es favorecer políticamente los verdaderos fines del nacionalismo. Es de sentido común.

martes, 16 de abril de 2013

Rajoy en el Vaticano: crisis y relaciones bilaterales

Antonio Casado Alonso
AL GRANO
EL CONFIDENCIAL.COM

Por lo que nos cuentan de la visita de Mariano Rajoy al Vaticano, y lo que nos relatan de la primera jornada de la cumbre episcopal en Madrid, el Papa Francisco está tan preocupado por el paro y los desahucios en España como el cardenal Rouco Varela, presidente del Episcopado, lo está por el aborto y el matrimonio gay. Cuestión de prioridades.

La pista vaticana nos la daba el viernes pasado monseñor Antonio Cañizares, excardenal primado de Toledo, que ahora desempeña en la Curia el cargo de prefecto de la Congregación para el Culto y la Disciplina. Anunciaba entonces que el presidente del Gobierno escucharía ayer de labios del Papa una referencia al problema de los desahucios. “Un tema que está agrandando de forma alarmante en España la distancia entre los ricos y os pobres”, decía Cañizares a los periodistas.
La pista sobre las preocupaciones de Rouco Varela nos la dio él mismo a última hora de la mañana de ayer en su pesimista discurso inaugural de la 101ª asamblea de la Conferencia Episcopal. Más o menos a la hora en la que Bergoglio se estaba dirigiendo a Mariano Rajoy, reunidos a solas durante veinticuatro minutos en la biblioteca privada del Papa, Rouco se dirigía también al presidente del Gobierno para reclamarle una reforma en profundidad de la permisiva Ley del Aborto fletada por el Gobierno Zapatero y una marcha atrás en la legislación sobre matrimonios entre homosexuales.

Crisis, relaciones bilaterales, educación e Iberoamérica han sido las cuatro grandes coordenadas de las conversaciones de Rajoy en el Vaticano. Simplemente apuntadas en el encuentro con el Papa y tratadas más a fondo en la reunión posterior del presidente con el secretario de Estado, Tarsicio Bertone. Poco más sabemos. Hasta el momento Moncloa no ha sido demasiado explícita. Pero vale la pena subrayar el detalle de haber sido el primer mandatario europeo en reunirse con el nuevo Pontífice. Por supuesto que tiene importancia, más allá de su paso común por los jesuitas y su compartida afición por el buen fútbol. Si además sale ganando la marca España, me parece muy acertado el regalo de una camiseta de la Roja con las firmas de los jugadores españoles.

A la espera de conocer más detalles, damos por buena la referencia al posterior encuentro con Bertone como la parte de mayor contenido político en materia de relaciones bilaterales España-Vaticano. Lógico. No hay contenciosos pendientes en la aplicación de los acuerdos de 1979, que funcionan como un verdadero Concordato entre los dos Estados, aunque es muy probable que Bertone le haya recordado la promesa electoral de acabar con la actual ley de plazos que regula la interrupción del embarazo. Está en el telar parlamentario del PP, pero aún sin fechas. La reforma -contrarreforma, en este caso-  anuncia un nuevo y crispado debate sobre el aborto. Y Rajoy no acaba de ver el momento de acometerla.

lunes, 15 de abril de 2013

Fracasos productivos seriales

Dr Ricardo N Alonso
Unsa Conicet

La República Argentina en general y la provincia de Salta en particular han sido víctimas de un bombardeo ideológico ambientalista para frenar cualquier emprendimiento productivo de importancia. Ello llevó a numerosos fracasos productivos en serie. Sin embargo otros, como el reciente escándalo de Vale por Potasio Río Colorado en Mendoza, se debieron a la ineptitud política y angurria de los actores involucrados. La papelera de Botnia se hizo, a pesar del escandaloso montaje ambientalista de contaminación, desmentido por el tribunal de La Haya, simplemente porque Uruguay es un país relativamente serio. En Entre Ríos no se hubiese hecho nunca por la presión de grupos de interés disfrazados de ecologistas. Y por otras cuestiones de gobierno y apetencias que empujaron a los inversores finlandeses a cruzar el río. También fracasó el proyecto minero de Esquel; atacaron sin piedad a la central térmica de Río Turbio (con la mentira icónica de que se iban a derretir los glaciares de la cordillera); se fueron en masa a levantar polvareda en El Famatina; hicieron campaña contra el propio y legítimo uranio nacional; escracharon a Salta en todos los foros nacionales e internacionales por la construcción de gasoductos que decían iban a extinguir los últimos yaguaretés (demostrado falso) y por los desmontes en la llanura chaqueña para la soja; y a Jujuy por los cañaverales (y también por sus minas); y así sigue una lista interminable. En estos días se ve por televisión una propaganda sensiblera en la que un precioso cachorro de puma andino retrocede ante las explosiones de un frente de mina metalífera y los preocupados ambientalistas, con fines de lucro, llaman a salvar la reserva de San Guillermo. Por supuesto la reserva no tiene nada que ver con el asunto, igual que la falsa historia del yaguareté-ternero de las yungas; o como cuando hicieron una mezcla de temas con el caso de Pizarro, y tantos otros a lo largo y ancho del país. En todos los casos por la organización antinacional Greenpeace. En la década de 1980 don Roberto Romero, siendo gobernador de Salta, planteó la necesidad de que se pudiera fabricar en nuestra provincia derivados nitrogenados utilizando el gas de la cuenca salteña. Para ello creó el proyecto Fertinoa y lo puso a cargo a su entonces secretario de Minería y Recursos Energéticos el geólogo Dr. Mario A. Raskovsky. Para entonces el gas era de Gas del Estado y el petróleo de YPF y por lo tanto desde Salta era poco lo que se podía hacer. Recuerdo, por haber colaborado con Raskovsky, quien fue mi profesor en la Universidad Nacional de Salta, los viajes que este hacía a Buenos Aires tratando de convencer a los burócratas del puerto sobre la importancia y la necesidad de ese proyecto para el norte. Significaba la producción de fertilizantes para un país con una matriz esencialmente agrícola y ganadera. El nitrógeno, el fósforo y el potasio son los elementos esenciales en los cultivos. La Argentina es deficitaria en los tres, es más no produce ninguno y los importa a todos. Para colmo de males, un proyecto de 8 mil millones de dólares en Mendoza, para la producción de potasio, a cargo de la empresa brasileña Vale, fue echado por las pésimas políticas provinciales y nacionales que tienen que ver con la inseguridad jurídica, el cepo al dólar, las restricciones cambiarias y mil temas más. Quedaron 6.500 personas de carne y hueso en la calle. Y se evaporó una posibilidad real de desarrollo. Antes fue también en Mendoza el proyecto San Jorge, y más antes aún la prohibición minera del gobernador “no positivo” Cobos. Y así seguimos. De qué nos vale tener la famosa formación Vaca Muerta y su shale-gas si no tenemos ni el capital, ni la tecnología, ni la capacidad para explotarla. O la mina de potasio de Malarge, a la que una diputada propuso explotarla ­con la venta de un bono solidario! (patético). Volviendo a Salta me tocó, siendo secretario de Minería del gobierno del Dr. Juan Carlos Romero, lidiar con el tema de una mina de cobre que se iba a desarrollar en el municipio de Río Piedras. Grupos ambientalistas foráneos vinieron a soliviantar a la gente en Metán en contra de la minera. Con flagrantes mentiras de contaminación inexistente. Recientemente el actual gobierno del Dr. Juan Manuel Urtubey impulsó un emprendimiento de fabricación de nitrogenados también en el municipio de Río Piedras. Otra vez eclosionaron los grupos ambientalistas para atacar con cualquier falacia dicho desarrollo: una industria con gas salteño de las regalías salteñas. El proyecto, hasta donde se sabe, está parado. En el mientras tanto, el presidente de Bolivia Evo Morales firmó con la multinacional coreana Samsung una adjudicación de 843.911.998,85 dólares para la construcción de una planta industrial que será edificada en la región de Bulo Bulo, provincia Carrasco del departamento de Cochabamba. Según el diario Jornada (La Paz, 19/11/12), la Planta de Amoníaco y Urea en 20 años generará divisas para el país por aproximadamente US$ 8.693 millones por la exportación de urea granulada a naciones limítrofes. ¿Adivine a cuáles naciones limítrofes se refiere? O sea que mientras en Salta se frena un proyecto similar, pero de mucha menor envergadura (50 millones de dólares) para producir nitrogenados salteños para el mercado local y nacional, los bolivianos nos sacan ventaja por veinte. Precisamente estudios realizados por la empresa inglesa British Sulphur Consultants (CRU) y las compañías SVI Marketing y Wood McKenzie sobre la monetización del gas natural y el mercado de amoniaco y urea en Latinoamérica, reflejan un déficit de producción de urea en los mercados del Cono Sur y la demanda insatisfecha de la región es cubierta por importaciones de Rusia y Ucrania, principalmente. Este era el sueño de don Roberto con Fertinoa, satisfacer la demanda de esos productos para el país y en aquella época con la cantidad de gas que tenía Salta (­y se venteaba!), se podría haber pensado en un importante saldo exportable. Sirva esta corta reflexión para tomar en cuenta la cantidad de proyectos productivos, serios e importantes, que se encaran en el país y que son boicoteados por acciones disfrazadas de protectoras del medio ambiente o víctimas de malas políticas provinciales o nacionales. Dentro de la ley, el Estado tiene que actuar enérgicamente en defensa de los emprendimientos productivos que traigan trabajo y riqueza para una región.

Lecciones de democracia por cuenta de los escraches


Antonio Casado
AL GRANO
EL CONFIDENCIAL.COM
El PP ha encontrado en los métodos intimidatorios del movimiento contra los desahucios –métodos reprobables, dígase ya- una excusa para dar lecciones de democracia, presentarse como víctima indefensa y, de paso, desviar la atención de sus propios problemas. Así se defiende el partido del Gobierno del acoso individualizado que algunos de sus dirigentes están sufriendo, en sus propios domicilios familiares, por parte del activismo organizado en torno a dicho movimiento.

La intimidación no es aceptable como método para abrirse paso en un debate de contrarios. Correcto. También es intimidación la amenaza bancaria o judicial que sufre una familia expuesta por impago al desalojo de su vivienda. Y puestos a comparar, porque la analogía es una herramienta más para el conocimiento de la realidad, propongo que se compare la sensación pasajera de acoso que pudo sentir el presidente del Congreso, Jesús Posada, cuyo domicilio fue amurallado por ocho furgones policiales el viernes pasado, con la angustia de una familia a punto de ser desalojada para siempre de su vivienda.

Se me dirá que es una comparación odiosa. Puede ser. No tan odiosa como relacionar los escraches con el fascismo y el terrorismo. ¿Estamos perdiendo el sentido de la medida? Por inaceptable que nos parezcan los métodos, es una barbaridad ignorar el contexto y reducir la motivación solidaria del movimiento antidesahucios a un resabio fascista. La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, habla de “nazismo puro”. El vicesecretario, González Pons, dice que le han querido marcar como los nazis a los judios. Y el líder del PP vasco, Antonio Basagoiti, lo ha comparado con el terrorismo callejero de los cachorros de ETA.

Los dirigentes del PP se sienten más cómodos reconociendo el supuesto carácter fascista de los escraches que reconociendo, a fin de mitigarlo, el drama de los desahucios en los casos de familias con peligro de exclusión social. No son tantas como para temer que de repente los españoles se acostumbren a no pagar sus deudas (los impagos de la hipoteca no llegan ni al 3%). Y no son inversores, especuladores o compradores de mala fe, sino personas y familias brutalmente atropelladas por una crisis económica creada entre otros por quienes ahora los acosan, los intimidan y los amenazan desde los bancos con quitarles la vivienda por falta de pago.

No se puede aprobar el acoso a los políticos del PP, pero tampoco se pueden sacar las cosas de quicio. Hay que valorarlas en un contexto determinado y a partir de un hecho incontestable, defendible, plausible y moralmente justificado: la solidaridad de unas personas que, sin ánimo de lucro (aquí sí, Urdangarin, Pujol, Guerrero, Bárcenas...), han sido escudos humanos en solidaria defensa de los más débiles. Por eso es una enormidad relacionar con el fascismo o el terrorismo estos brotes verdes en la conciencia crítica de una sociedad que no está tan anestesiada como parecía.

viernes, 12 de abril de 2013

Los españoles deben sufrir algo más, sostiene Bruselas

Antonio Casado
AL GRANO
EL CONFIDENCIAL.COM
Europa sigue viendo a España en el pelotón de los torpes. Por un exhaustivo informe de 48 páginas, conocido cinco minutos antes del enésimo debate parlamentario sobre la política económica impuesta por Angela Merkel, hemos sabido que todavía no nos hemos sacrificado lo suficiente. Si queremos seguir en el club del euro hemos de hacer más méritos. En otras palabras, se nos está diciendo que tres años de recortes y sacrificios no nos han sacado del purgatorio. Hacen falta más.

Solo han pasado 240 días desde que el ministro Luis de Guindos dijo que se habían acabado los recortes. Fue con ocasión de la última oleada: Plan de Ajuste 2012-2014, enviado a Bruselas en agosto de 2012. Horas después, su colega Cristóbal Montoro le desmintió diciendo todo lo contrario: los habrá y “serán muy dolorosos”. Tenía razón. Eso es lo de menos. Lo desalentador es volver a sentir cómo sigue galopando la incertidumbre económica en paralelo con la política e institucional, mientras los informes policiales anticipan una primavera caliente.
Como aves precursoras de esa primavera (Sara Montiel en la memoria), ahí están los grupos antidesahucios y sus métodos de intimidación. El contrapunto policial no augura nada bueno. En nombre de la intimidad y la inviolabilidad del domicilio, se han dado las órdenes oportunas para evitar el acoso de los activistas a los gobernantes del PP y sus familias. Es razonable, pero el riesgo está a la vista. Me refiero a los enfrentamientos televisados entre las fuerzas policiales y los agitadores del malestar por el drama de los desahucios.

Me he desviado del asunto. Aunque no tanto, porque esa sólo es una manifestación concreta del malestar generalizado por el altísimo precio que están pagando los españoles, especialmente las capas más débiles, las de siempre. En forma de desahucios por impagos de hipoteca, pero también en forma de paro, pobreza, desigualdad, pérdida de calidad en los servicios públicos y dramas familiares sin cuento. Todo ello como consecuencia lógica de una determinada política económica de austeridad que carga sobre los más débiles la cruzada del Gobierno por el saneamiento de nuestra averiada economía. El presidente, Mariano Rajoy, nos dijo el miércoles que no hay en Bruselas la menor intención de cambiar esa política de sacrificios y recortes impuesta a los países del sur.

Nada de medidas de estímulo que incentiven el crecimiento. Más de lo mismo. Con doctrina incluida. Según los jerarcas de la UE, en contra de lo que cree el FMI y Estados Unidos, sólo los recortes, como herramientas del equilibrio fiscal, nos llevarán al crecimiento antes o después. Y mientras tanto, a sufrir. Se lo acaban de decir a Rajoy, que en el debate del miércoles llegó a pedir tímidamente algunas medidas de estímulo. En Bruselas le han venido a decir en su informe sobre los desequilibrios macroeconómicos de España (deuda y paro, a la cabeza) lo siguiente: si quiere usted crecimiento, deje de pedir medidas de estímulo y emprenda nuevas reformas estructurales.

Moncloa ya pensaba en el sector energético, las Administraciones Públicas y los emprendedores, pero ahora tendrá que ocuparse de apretar tuercas además en la reforma laboral, la seguridad social y el sistema fiscal, entre otros. Lo dicho: todavía queda mucho por sufrir, a pesar del mantra oficial que nos sigue remitiendo al año que viene si Dios quiere.

jueves, 11 de abril de 2013

Apuesta andaluza contra los desahucios: legal y moral

                                                       Antonio Casado
AL GRANO
EL CONFIDENCIAL,COM
Nunca mejor dicho que la Junta de Andalucía ha decidido resolver, o mitigar, el problema de los desahucios por el artículo 33. A años luz del tradicional sentido de la expresión. Hacer las cosas por el artículo 33 es una forma de referirse a la real gana, la peineta o las joyas familiares como apresurada exposición de motivos. No en este caso.

Vayan ustedes a ese artículo de la Constitución, que proclama el derecho a la propiedad privada y fija su función social como límite que, eso sí, debe regularse legalmente. Dice luego en su punto tercero: “Nadie podrá ser privado de sus bienes y derechos sino por causa justificada de utilidad pública o interés social, mediante la correspondiente indemnización y de conformidad con lo dispuesto en las leyes”.

En ese precepto legal encaja a la perfección el decreto que hoy publica el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía que dispone la expropiación temporal del uso de una vivienda (ojo, sólo del uso) en favor del propietario que, por falta de pago, está a punto de ser desahuciado de la misma. A cambio de la forzada cesión temporal del inmueble, el banco acreedor recibirá un 2% del justiprecio de la vivienda.

El Gobierno, por boca del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, ha puesto en duda el encaje legal del polémico decreto. Pero hemos visto cómo se adapta perfectamente a las previsiones constitucionales. Todavía más claro que el artículo 33 es el 128, donde se vuelve a proclamar el principio de que toda la riqueza del país, “en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad, está subordinada al interés general”. En consecuencia, se reconoce a los poderes públicos la capacidad de “acordar la intervención de las empresas cuando así lo exige el interés general
Nada más normal y previsible que el Estado social y democrático de derecho en el que España se ha constituido (artículo 1) reconozca tan palmariamente la función social de la propiedad. Dicho sea en los términos utilizados por la Iglesia católica, que en su olvidada doctrina sostiene que el derecho de propiedad está por naturaleza gravado con una serie de obligaciones sociales de dimensión comunitaria. Nadie le hubiera dicho a Griñán, o a sus aliados de Izquierda Unida, que a estas alturas iban a coincidir con el pensamiento de León XIII (“Rerum Novarum”) o el de Juan XXIII (“Mater et Magistra”).

En atención a quienes pasan por el doloroso trance de perder su vivienda, la Junta de Andalucía se apoya con una mano en la barandilla de la legalidad. Y con la otra en la de la moralidad. Basta hacerse un par de preguntas: ¿qué orden social es el que permite que un desahucio se produzca a veinte metros de un bloque de viviendas vacío, como ha ocurrido más de una vez?; y ¿qué orden social es el que permite que pueda haber desahucio para quien no paga la cuota hipotecaria de la vivienda que ocupa y no lo puede haber para el que la tiene desocupada o inservible para él y para los demás?

miércoles, 10 de abril de 2013

Adiós a Thatcher y Sampedro, tan distintos, tan distantes

Antonio Casado
AL GRANO
EL CONFIDENCIAL.COM
En la banda sonora del adiós reverencial a Margaret Thatcher, abanderada del sálvese quien pueda, se coló ayer la muerte de José Luis Sampedro, que predicaba desde el otro lado de la barricada contra el capitalismo salvaje. Malos tiempos para exponerse a la comparación. En este reino de los mercados y el culto a la prima de riesgo siempre saldría perdiendo el brillante humanista español.

De ese reino no puede ser el mundo de un economista que clasificaba a los de su especie profesional en dos grandes grupos: “Los que se dedican a hacer más ricos a los ricos y los que nos dedicamos a hacer menos pobres a los pobres”. Con eso está dicho todo en este acercamiento interesado a dos personajes que acaban de irse con el respeto y la admiración de sus contemporáneos. Por distintas razones, se entiende. Por razones radicalmente contrapuestas. Y la oportunidad del doble obituario nos ofrece la oportunidad de retratarnos.

Margaret Thatcher en el Reino Unido y Ronald Reagan en Estados Unidos fueron los precursores de un sistema de pensamiento que, aplicado a la gestión de los intereses generales, dio lugar a la llamada revolución conservadora. Orientado a liberar la energía de los individuos frente al Estado protector, acabó forjando una vigorosa clase media después de haber dejado un visible rastro de desempleo, exclusión social y deterioro de los servicios públicos. Todo un canto a la libertad del individuo. Como si se pudiera elegir. Como si el paro y la pobreza también fueran opcionales.
Seguramente habría sido un precio demasiado alto para José Luis Sampedro, gran defensor de los modelos sociales en una Europa de los ciudadanos y no en una Europa de los capitales. O no. Le toca quedarse con el beneficio de la duda porque nunca echó de menos el oficio de gobernante. Su relación con la política se limitó a un fugaz paso por el Senado (por designación real) en la Legislatura fundacional de 1977. Lo suyo fue enseñar en la Universidad los secretos de la economía y escribir sobre la condición humana (La sonrisa etrusca, El río que nos lleva o Desde la frontera, su maravilloso discurso de ingreso en la Real Academia de la Lengua).

Con sus libros sobre estructura económica y economía aplicada han estudiado varias generaciones de universitarios. La Thatcher habría quemado al menos uno de ellos: La fuerzas económicas de nuestro tiempo, traducido a seis idiomas y, por cierto, muy leído en la Inglaterra laboralista de finales de los setenta. Justo en vísperas de la llegada al poder de la Dama de Hierro con la idea fija de suprimir los modelos socializantes vigentes en su país y propuestos por Sampedro en ese y otros libros.

En algo se parecían. José Luis Sampedro y Margaret Thacher tenían en común la firmeza en sus respectivas convicciones. De modo que en la expremier británica uno admira su capacidad de liderazgo, aunque no lo que lideraba. Y en Sampedro, su filantropía. Como escritor y como economista, su patria era todo lo humano, como le reconocen sus discípulos, sus amigos y, sobre todo, los indignados del 15-M, que por su traducción al español conocieron las proclamas de Stéphane Hessel.