miércoles, 27 de marzo de 2013

Zamora, un cortejo fúnebre entre dos domingos gloriosos

Antonio Casado
AL GRANO
EL CONFIDENCIAL.COM
No hace falta que me echen ustedes de menos, pero, llegadas estas fechas, me reclama la tierra. Un buen sitio para reencontrarse con este atavismo que es la conmemoración de la muerte de Cristo. Los zamoranos lo pasean por las calles cada año en un sobrio ritual de cuyas enseñanzas no hemos aprendido nada. Si la pedagogía luctuosa del histórico acontecimiento hubiera germinado en la conciencia planetaria de los seres humanos, no estaríamos lamentando ahora el hambre, la desigualdad, la injusticia y el mismo hecho de que las querellas entre los hombres se sigan ventilando con armas cada vez más sofisticadas…

A ver si nos cambia el Papa Francisco con su cercanía y su vocación reformadora. Mucho mejor si se inspira en el mensaje del domingo próximo, que es el del Cristo resucitado, y no el del resto de la semana, que es el sufriente, el que acaba muriendo en la cruz como un perdedor. Porque, si ustedes no lo saben, esta Semana Santa de mi infancia perdida es un cortejo fúnebre situado entre dos domingos gloriosos: el de Ramos y el de Resurrección. Todo ello en histórica sintonía con el espíritu fundacional, que hunde sus raíces en el Concilio de Trento. Por tanto, en el culto a las imágenes (por llevarle a contraria a Lutero) y la consabida eclosión artística del barroco español.
Así habló la Iglesia Católica por aquel entonces (1563): “Declara que se deben tener y conservar las imágenes de Cristo, de la Virgen madre de Dios y de otros santos, y que se les debe dar honor y veneración, porque el honor que se da a las imágenes se refiere a los originales representados en ellas; de suerte que adoremos a Cristo por medio de las imágenes que besamos, y en cuya presencia nos descubrimos y arrodillamos”. El arte se convertía así en un instrumento de propaganda al servicio de la fe católica cuyos frutos perduran en esta sentida representación anual de los zamoranos donde, a diferencia de lo que ocurre en el sur, la Religión se impone a la Antropología.

Este Cristo que paseamos en Zamora, apaleado y vencido el Jueves Santo, el cordero con piel de cordero que se inmola para que su sangre sea la última vertida antes de volver al buen camino, no es el que más me exalta. Prefiero el del Domingo de Resurrección. Pero aún me obnubila mucho más el de Antonio Machado, el que anduvo triunfante sobre las aguas. O el Cristo carismático del Sermón de la Montaña. O el Cristo nada complaciente de León Felipe, el que no ha venido a la Tierra para acunar los sueños del hombre dormido con cuentos. Justamente el que la emprende a latigazos con quienes se cargaron la doctrina por quedarse con el templo para instalar allí sus puestos de venta.

En esta Zamora devota y recoleta levantamos acta un año más de esa asistencia sentida, participativa, conmovida, doliente, de los zamoranos a la procesión de las capas pardas, un desfile de fúnebre resignación y cabezas humilladas, pero sin ese punto de orgullosa elegancia que percibimos en el monje de Zurbarán. Un desfile que, a mi juicio, representa mejor que ningún otro la sobria y medieval manera que tienen los zamoranos de entender la muerte de Cristo.



Semana Santa en Zamora, España


lunes, 25 de marzo de 2013

Lo que Chipre nos enseña cuando llega la troika

Antonio Casado
AL GRANO
EL CONFIDENCIAL.COM
Chipre nos ha metido el miedo en el cuerpo. En este pequeño país mediterráneo, casualmente socio de España en el club del euro, parecen haberse atascado los principios de seguridad jurídica, libre circulación de capitales y protección de depósitos hasta los 100.000 euros, aunque la cosa venía de antes. El síndrome consiste en poner en duda la vigencia de dichos principios. Un riesgo reiteradamente negado por los jerarcas de Bruselas, salvo algunas cosas, que diría ya saben quién… O sea, salvo peligro de quiebra en algún país de la Eurozona. En ese caso, procede hablar de la insoportable levedad de la seguridad jurídica que exigimos, por ejemplo, a los países latinoamericanos.

Los hombres de negro (UE, BCE y FMI), especializados en rescate de países al borde del colapso, que acaban de echar muchas horas en Nicosia, se abren paso mediante el uso de su arma secreta: la teoría del mal mayor. Ni siquiera en nombre de los sagrados dogmas liberales se puede permitir que el mal de una parte se contagie al todo. Es el mantra utilizado por Bruselas para meter en cintura a irlandeses, griegos, portugueses, italianos, españoles y chipriotas. Sirve también para el según y el cómo de la libre circulación de capitales. Y ahora, con más razón. El papa Francisco ha declarado que “el dinero tiene patria”. Pues que acuda a salvarla, viene a decir la canciller Angela Merkel, que está encantada con el último golpe de intervencionismo por nuestro bien. “Quienes han contribuido a causar los problemas deben contribuir a resolverlos”.
Por un lado, los banqueros chipriotas, para los que se acabaron los días de vino y rosas (de los dos grandes bancos, uno desaparece y el otro se reestructura). Por otro, los clientes con saldo superior a los 100.000 euros (acciones, obligaciones y depósitos), que van a sufrir dentelladas aún sin precisar (el 100% en algunos casos, se teme). Es decir, que al final se respetó la protección garantizada hasta el umbral comprometido. Pero no por la fuerza moral del compromiso contraído por la UE en 2008, sino por la higiénica, democrática y ejemplar insumisión del Parlamento chipriota, que supo decir no a la troika cuando quiso meter la mano en el bolsillo de los ciudadanos chipriotas con depósitos bancarios por debajo de la cantidad supuestamente garantizada.

Ocurrió la semana pasada. Las condiciones del rescate venían pactadas por Bruselas y el recién elegido primer ministro del país, Nikos Anastasiades. Pero ni los diputados de apoyo al Gobierno de este, que se abstuvieron, pasaron por el aro. Algo que quienes rechazamos la tesis de que todos fuimos igualmente culpables de la crisis (gobernantes y gobernados), nos podemos permitir ver como un brote verde en el seno de una ciudadanía europea aparentemente anestesiada y sumisa. Ahora tenemos mucho más fácil invocar la parábola de David y Goliat para aproximarnos al caso de Chipre, donde ciudadanos e instituciones se plantaron ante unas intenciones parcialmente “confiscatorias”.

La confiscación se va a consumar a costa de los que más tienen, dejando exentos a los que menos poseen. A los de mi cuerda no nos parece mal, en evitación de males mayores. Peor lo tienen los devotos de la economía de mercado. Aquellos que en el dinero, por encima o por debajo de los 100.000 euros, no ven al chipriota, ni al ruso, ni siquiera al dinero en deuda con su patria (a las duras y a las maduras), según la doctrina del papa Francisco. Nada de eso. Para ellos el dinero no tiene patria ni color. Sólo tiene dueño. Pues lo llevan claro.

domingo, 24 de marzo de 2013

ERE y Barcenas, en el juego de las compensaciones

Antonio Casado
AL GRANO
EL CONFIDENCIAL.COM

Son devastadores los efectos del caso Bárcenas sobre la imagen del PP, como los ERE fraudulentos de Andalucía sobre la imagen del PSOE. Sólo elevando a definitiva esa conclusión se pueden matizar algunos desvaríos del coro político y mediático del PP contra el PSOE y los sindicatos por cuenta del mayor escándalo en la Andalucía socialista. Y no me refiero a la exigencia de responsabilidades a quienes están por encima en el escalafón de un partido. Al fin y al cabo, Bárcenas era un cualificado militante del PP (gerente, tesorero, senador) y Javier Guerrero lo era del PSOE (director general de Trabajo y principal muñidor de la trama).

Tan previsible es que el PP pida la dimisión del presidente de la Junta, José Antonio Griñan, como que los socialistas pidan la del presidente Rajoy. De esa lógica deviene que este sea tan culpable o tan inocente de las trapacerías de Bárcenas como aquel de las de Guerrero. Se acomoda a la pugna partidista que se desenvuelve en el terreno estrictamente político sin pasar al judicial, pues nadie cree en serio que Rajoy, o Griñán en su caso, organizasen, amparasen o consintiesen esas malas prácticas. Lo alarmante es la manipulación de los hechos en virtud del perverso 'más eres tú'. El ansia compensatoria tiene su límite en el respeto a la verdad
Se falta a la verdad, por ejemplo, cuando se habla de un fraude de 647 millones de euros, que es la cantidad total presupuestada en las partidas de ayudas a empresas y trabajadores durante nueve años consecutivos. La propia juez Alaya sostiene que el dinero defraudado (suficiente para que se les caiga la cara de vergüenza a los socialistas andaluces) ronda los 136 millones: 74 para empresas que falsearon su situación, 50 en comisiones y 12,3 para prejubilados “intrusos”. Se deduce que en ayudas a empresas realmente necesitadas se gastaron no menos de 500 millones de euros. O que, además de los 126 jubilados falsos, recibieron ayuda 6.000 jubilados verdaderos.

A raíz de la reciente Operación Heracles, que deja el saldo de imputados en sesenta y ocho y el de encarcelados en siete, han entrado en danza Comisiones Obreras y UGT. Desde este fin de semana, en el discurso de quienes juegan a compensar los efectos del caso Bárcenas en la opinión pública, se ha colado la acusación de que las dos grandes centrales sindicales forman parte de la trama de los ERE. Y que para financiarse se sumaron al festín de las sobrecomisiones por tramitar expedientes. Es normal que hagan ese tipo de gestiones en nombre del trabajador. Otra cosa es que se prestasen a tramitar expedientes a sabiendas de que eran fraudulentos, porque en ese caso también deberían responder ante la juez. Pero me parece insensato acusarles de formar parte de la trama por la presencia entre los implicados de un exsindicalista, Juan Lanzas, o porque el director de Vitalia, Eduardo Pascual, que se forró con las comisiones abusivas, le haya dicho a la magistrada “pregunte a los sindicatos” cuando aquella le preguntó por el paradero del dinero defraudado.

Decir que los sindicatos están implicados en la trama por cobrar comisiones (0,5% de la prima) en los expedientes de los ERE andaluces (como en los murcianos, los gallegos, los madrileños o los manchegos) es como decir que la banca está implicada en el caso Urdangarin porque le cobraba comisiones en sus millonarias operaciones bancarias.

Manuel Belgrano y el fusilamiento de Juan Leita

RICARDO ALONSO
DR CIENCIAS GEOLOGICAS
UNSA CONICET


“Luego de la expulsión de los jesuitas, pasarían diez años de inactividad minera total hasta la llegada de Juan Leita”.
En 1812 Manuel Belgrano ordenó fusilar en Tucumán al minero español Juan Leita, uno de los míticos aragoneses que emprendieron la exploración de las minas argentinas luego de la expulsión de los jesuitas. Con esa indeliberada decisión, Belgrano puso fin a una pujante etapa de la minería argentina. Rescatamos esta anécdota como un aporte a los estudios belgranianos al cumplirse en 2013 los 200 años de la Batalla de Salta y de la jura de fidelidad a la Asamblea del Año XIII.
Una de las etapas que dio brillo a la historia de la minería argentina es la conocida como de “Los Aragoneses”.
Se sabe que la minería argentina remonta sus raíces a los pueblos indígenas que ya supieron explotar los metales nativos (oro, plata, cobre) y que también tuvieron una metalurgia interesante con la realización de distintas aleaciones. He visto bronces indígenas del Valle de Lerma que hacen palidecer a los actuales. Los indígenas comunicaron sus conocimientos de lugares metalíferos a los jesuitas, quienes por su fuerte apego al conocimiento fueron los más exitosos en el rubro. Aún hoy, decir que una mina fue explotada por los jesuitas es la mejor carta de presentación que puede tener un proyecto minero. Fueron muy meticulosos en sus escritos y tomaron nota de todo. En 1767, el rey Carlos III ordenó su expulsión y ellos partieron hacia distintos lugares del mundo llevando sus escritos y bloqueando muchas de las minas que habían trabajado con éxito y de las cuales importantes volúmenes de metales preciosos fueron enviados a España. Una de ellas era la mina Incahuasi, al sur del Salar del Hombre Muerto, que para entonces pertenecía a la Intendencia de Salta, y de la cual se explotó abundante oro. Algunos de los que entraron a los viejos socavones abandonados e inundados se encontraron con cueros de vaca con cruces pintadas tapiando las entradas subterráneas.
Unos pocos años atrás unos geólogos que realizaban estudios del medio ambiente físico del lugar se encontraron en la arena con un crucifijo de oro de los jesuitas, el cual fue donado al gobierno de Catamarca para su exposición en un museo. Luego de la expulsión de los jesuitas pasarían diez años de inactividad minera total hasta la llegada en 1777 de los aragoneses Juan Leita y Juan Echavarría. Estos debieron traer entre sus pertenencias información de alguno de los jesuitas expulsados ya que pronto “descubrieron” ricas minas en las provincias de La Rioja y Catamarca, de las cuales obtuvieron considerables cantidades de oro y plata. Lo cierto es que estos célebres aventureros españoles comenzaron una frenética actividad exploratoria en el noroeste argentino, logrando el éxito suficiente como para atraer a otros mineros del Alto Perú y regiones vecinas. Uno de los distritos donde centraron sus actividades y alcanzaron éxitos notables fue en los cerros de Famatina, en la provincia de La Rioja. Para 1811, los incansables aragoneses se encontraban residiendo en Copiapó (Chile), desde donde emprendieron un viaje al Perú por el camino del Inca acompañados de un sirviente indio que resultó desconocer los pasos andinos. Cuenta la historia que después de un penoso viaje llegaron al lado argentino de los Andes, donde los sorprendió una gran tormenta que los obligó a guarecerse en las cavernas situadas entre las rocas de una garganta estrecha y profunda, cerca de una laguna, donde pasaron la noche. A la mañana vieron que las piedras con que habían rodeado el fuego tenían un llamativo color blanco y al analizarlos en detalle descubrieron que eran minerales de plata. Buscaron en el lugar y encontraron la veta madre a la cual marcaron con una cruz a cuchillo. Juntaron abundante material y partieron por caminos poco frecuentados. Al llegar a la provincia de Tucumán fueron sorprendidos por una guerrilla de patriotas del ejército del general Belgrano. Al aproximarse los soldados, Echavarría logró huir mientras que Leita consiguió enterrar la carga de plata en un campo cercano antes de ser apresado. Conducido ante Belgrano, fue acusado de haber recibido en Copiapó comunicaciones secretas para llevar a cabo una importante comisión ante las autoridades reales del Alto Perú, encaminada a destruir los planes del gobierno que existía bajo el régimen del 25 de mayo y 18 de septiembre de 1810. Leita, en su confesión, hizo conocer el descubrimiento que había hecho de la mina de plata y del tesoro enterrado en el campo. Los datos que dio, sumado a los caminos difíciles por los que había andado, no convencieron al general, que ordenó el fusilamiento del supuesto espía. Leita fue pasado por las armas patriotas en 1812 y su confesión escrita se transformó en uno de los secretos más codiciados por los prospectores de minas. A este tipo de información se los llamó derrotero. Así como los buscadores de tesoros andan siempre detrás de la “X” marcada en algún incógnito mapa, también existe un género de soñadores que pasan su vida rastreando fabulosas minas perdidas, de las cuales solo queda la referencia del derrotero. Para los rudos cateadores del universo andino, el término derrotero se convirtió en una palabra casi mágica. Derrotero es nada menos que algún mapa o bien alguna noticia, dato, información, acerca de una veta de metales preciosos u otros minerales valiosos, cuya existencia se sospecha cierta pero que nunca más fue encontrada. La historia tiene que ver con aquellos que habiendo descubierto ricos metales en alguna recóndita quebrada o cerro guardan para sí el secreto hasta que próximos a la muerte deciden confiarlo a alguien o bien dejan algún plano o escrito. Conocido como el derrotero de la Ola, por el nombre de la laguna donde habría acampado Leita en su viaje a través de los Andes, afiebró durante años la imaginación de los mineros. Vicuña Mackena, en su “Libro de la Plata”, dedica varias páginas a este derrotero. En cambio Martín de Moussy, médico y naturalista francés contratado por Urquiza para hacer un trabajo de la Confederación Argentina, atribuye la historia a fantasías de mineros. Lo cierto es que Leita fue fusilado por Belgrano y que Echavarría desapareció para siempre. Todas las minas que ambos habían pedido, y que les fueron concedidas según consta en los registros de la época, cayeron nuevamente en el abandono. Los aragoneses cubrieron con su pujante actividad 35 años de historia de la minería argentina en la época colonial. Por esas cosas de la historia, el frío plomo de las vetas coloniales de Leita le darían muerte convertido en rigurosas balas patriotas.

viernes, 22 de marzo de 2013

Europa, la doctrina Parot y los derechos humanos

Antonio Casado
AL GRANO
EL CONFIDENCIAL.COM

Los españoles hemos vivido y sufrido muy de cerca el carácter particularmente odioso de los crímenes terroristas. Demasiado reciente está el rastro de sangre y miseria moral que ha dejado ETA como para que se nos sugiera que sus presos son tratados de una forma ilegal o injusta. Si hubiera que poner límites a la consabida cesión de soberanía, este sería uno de ellos, el de los modos democráticamente elegidos en su día como legítima defensa del Estado frente al terrorismo de ETA. Es de muy difícil digestión que un tribunal europeo reprenda al Estado español en nombre de los derechos humanos porque una etarra condenada a 3.000 años de cárcel acabe cumpliendo sólo 30.

A eso se reduce, a fin de cuentas, la llamada doctrina Parot. Al cumplimiento íntegro de la pena máxima permitida por la ley. Una forma de conseguirlo es aplicar los beneficios penitenciarios, como la redención por el trabajo o el buen comportamiento, al total de la condena. Empezando a restar desde 3.000, no desde 30. En eso consiste la jurisprudencia sentada en 2006 por el Tribunal Supremo, avalada por el Tribunal Constitucional y ampliamente compartida por la sociedad española
Sin embargo, el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo descalificó esa doctrina en julio del año pasado, dio la razón a la etarra Inés del Río y conminó a España a ponerla en libertad “en el más breve plazo posible”. España recurrió, como se sabe, y anteayer se reunió la Gran Sala del mismo Tribunal para estudiar el recurso, brillantemente defendido por el abogado del Estado, Isaac Salama, de acuerdo con un sencillo argumento: a la hora de acortar una condena no se pueden conceder los mismos beneficios penitenciarios al asesino de una persona que al asesino de veinticuatro.

Pasarán varios meses hasta que conozcamos la última palabra del Tribunal de Estrasburgo sobre la doctrina Parot. La vista del recurso y su amplia repercusión mediática han reavivado el inequívoco sentir de la opinión pública española, absolutamente contrario a la puesta en libertad de 54 etarras con las manos manchadas de sangre. Sería la eventual consecuencia de un fallo desfavorable a la posición española y favorable para los terroristas encarcelados, los que, por estar en condiciones similares a Inés del Río, también se beneficiarían de la sentencia.

Un sentir perfectamente acorde con el principio de legalidad. Y con el respeto a la Convención Europea de los Derechos Humanos firmada por España. Seguro que hay argumentos de ingeniería jurídica para tumbar de nuevo la doctrina Parot, pero nadie puede calificar de injusto el hecho de que medio centenar de asesinos no arrepentidos, con condenas de cien, quinientos, mil o dos mil años, pasen treinta en la cárcel. Es el máximo permitido por la ley -ley franquista de 1973, por cierto, de cuando el terrorismo todavía no había ofrecido su peor cara- para los delitos cometidos antes de la reforma penal de 2003. Entonces, se subió ese máximo a cuarenta para delitos de terrorismo.

jueves, 21 de marzo de 2013

Se reaviva el gran escándalo de la Andalucía socialista

Antonio Casado
AL GRANO
EL CONFIDENCIAL.COM
Ayer hubo dosis de recuerdo sobre los ERE fraudulentos en la Andalucía socialista. Bajo el nombre de Operación Heracles, dirigida por la juez del caso, Mercedes Alaya, la Guardia Civil practicó veinte detenciones y trece registros en Barcelona, Madrid, Las Palmas y cuatro provincias andaluzas. Entre los detenidos, un exsindicalista de UGT, Juan Lanzas, conocido por su habilidad para conseguir jubilaciones tramposas, entre ellas la suya propia y la de su mujer.

Después de una larga convalecencia por enfermedad, vuelve con fuerza la juez Alaya. Ayer tocaba afrontar una derivada del caso: la pieza secreta referida a los mediadores que intervinieron en la canalización ilegal de dinero público. El generoso fluido de millones salidos de los presupuestos de la Junta de Andalucía también dio para pagar comisiones y subcomisiones a estos intermediarios. Despachos de abogados, aseguradoras, consultoras y gestorías que en algunos casos se llevaban la parte sustancial por encargarse de tramitar los expedientes y dar apariencia legal a lo que era una descarada forma de saqueo a favor de falsos prejubilados, empresarios amigos, compañeros de partido y paisanos de la sierra norte sevillana, la tierra del entonces director general de Trabajo (1999-2008) y principal imputado, Francisco Javier Guerrero.
Por orden de la juez Alaya, Guerrero volvió ayer a prisión, de donde había salido bajo fianza de 50.000 euros en octubre del año pasado. Es el máximo responsable de la caribeña gestión de los 647 millones de euros destinados por la Junta de Andalucía al apoyo de empresas en crisis y trabajadores despedidos. ¿Solo o en compañía de otros? Esa es la pregunta que esconde la verdad política del caso, y seguramente también una parte de la verdad judicial.

No conozco la literalidad del auto judicial que vuelve a enviar a prisión a Guerrero. Pero el que ya le llevó a la cárcel a principios de 2012 mencionaba expresamente el riesgo de fuga por posibles “presiones externas” de terceras personas tal vez interesadas en silenciarle por alejamiento. Seguramente, la juez mantiene vivo ese temor. Es un desafío a la lógica suponer al Gobierno andaluz ignorante de una gestión plagada de irregularidades a lo largo de nueve años, y nada discreta. Es de sentido común. Pero además tenemos constancia judicial de que Javier Guerrero, imputado por media docena de delitos, ha declarado expresamente que la Junta de Andalucía, entonces y ahora en manos del PSOE, conocía el modus operandi en la distribución de las ayudas. Empezando por el superior de Guerrero, el consejero de Empleo (2004-2010), Antonio Fernández, que es uno de los 60 imputados. Y eso deja la pasión indagatoria de la jueza a los pies del expresidente de la Junta, Manuel Chaves, y de su sucesor, José Antonio Griñán, pues ambos tuvieron bajo su autoridad política e institucional al exconsejero Fernández, un histórico dirigente local del PSOE gaditano, y al mencionado  Javier Guerrero, que en cualquier momento puede volver a poner el asunto político al rojo, lo que por desgracia no pudo hacer la fallida comisión parlamentaria.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Oriol Pujol y la corrupción en el nacionalismo catalán

Antonio Casado
AL GRANO
EL CONFIDENCIAL.COM
La corrupción en el seno de CiU es uno de los tres elementos que anticipan una vida corta y accidentada al pacto soberanista apadrinado por Artur Mas. Los otros dos son las diferencias de modelo con ERC y la dependencia financiera del Gobierno de Mariano Rajoy, que han aparecido dramáticamente a la hora de elaborar los presupuestos. Lo que zarandea en las últimas horas la barca nacionalista es la imputación del secretario general de CDC (Convergencia Democrática de Cataluña) y delfín político del actual president, Oriol Pujol Ferrusola, por un presunto delito de tráfico de influencias.

El empapelamiento viene dictado por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Guarda relación con una pieza separada del llamado caso Campeón. Viene a ser el rebote catalán de un proceso indagatorio distinto y distante. Las escuchas telefónicas practicadas por un asunto de comercialización de productos farmacéuticos en Galicia (origen del caso Campeón) acabaron destapando una trama urdida para quedarse irregularmente con las adjudicaciones del servicio de inspección técnica de vehículos (estaciones de la ITV) en el territorio catalán.

El entonces secretario general de Industria de la Generalitat, Oriol Pujol (2000-2003), era el colaborador necesario (el “primo de Zumosol”) para amañar los concursos y desviar las concesiones hacia los empresarios organizados por su amigo íntimo, Sergi Alsina, con el que se repartía los beneficios. Todo ello de acuerdo con el relato del fiscal anticorrupción, Fernando Maldonado, que ha servido de base a la imputación conocida ayer.
El quinto hijo del expresidente Pujol convocó ayer una rueda de prensa para anunciar que abandona temporalmente los cargos de jefe del grupo parlamentario y secretario general de CDC, pero no su escaño de diputado en el Parlament, aunque lo había prometido en caso de imputación. Como vemos, le merecen más respeto los militantes de su partido que los electores. Además, negó tener intenciones de envolverse en la bandera catalana para eludir lo que según él es, faltaría más, un nuevo ataque al proceso soberanista. Pero se queda con el escaño. “Eso no es esconderse en la Senyera”, dijo. Apostillo: es peor esconderse detrás de los ciudadanos que le votaron porque los reduce a la condición de avalistas de un presunto sinvergüenza.

Uno más, señores. Hablo de los numerosos casos de corrupción en los que aparecen las siglas de Convergència i Unió. En todos o casi todos los conocidos. Y no me refiero sólo a los más sonados, como Palau, Pretoria, Pallerols, Eurobank, etc. Esos le afectan directamente como partido reñido con la ejemplaridad y la transparencia. Incluso en casos vinculados al PSC (Socialistas catalanes) y otros, es muy difícil que CiU no aparezca por alguna esquina. Parece que no es patriótico y desprendido amor a Cataluña todo lo que reluce.

El director del CNI habla de Corinna a puerta cerrada

Antonio Casado
AL GRANO
EL CONFIDENCIAL.COM
En las relaciones de la llamada princesa Corinna con la España oficial no todo debe ser tan confesable cuando las ha de explicar a puerta cerrada el jefe de los Servicios de Inteligencia. ¿Cómo interpretar, si no, la comparecencia del director del CNI, Félix Sanz, hoy mismo, en la Comisión de Secretos Oficiales del  Congreso de los Diputados? Aunque el orden del día incluye el espionaje de Método 3, el morbo se lo queda el curioso caso de esta comisionista de altos vuelos.

Desde que se declarase públicamente “amiga entrañable” del Rey Juan Carlos y generosa colaboradora del Gobierno español, hemos ido conociendo detalles que dejan en mal lugar a quienes se apresuraron a desmentirla. Pero a Corinna Larsen no le ha gustado que quieran dejarla por mentirosa. Así que ella misma se ha ido encargando de enriquecer los famosos correos de Diego Torres, los que abrieron la veda, con un relato verosímil de su relación con España. Y con ministros españoles, tanto los de Zapatero como los de Rajoy.

El relato presenta a una especie agente exterior (“consultora internacional”, se llama ahora) que actúa por encargo del Gobierno español en asuntos de interés nacional y se codea con representantes de las más altas instituciones del Estado para llevar a cabo dichos encargos. Según ella, sin retribución oficial alguna, aunque juega profesionalmente en “la liga de los grandes”. “Nunca he recibido un solo euro de los contribuyentes españoles”, dice, aunque admite que sí cobra de las empresas implicadas en las distintas operaciones.
Parece demostrada su intervención en el intento de la Lukoil rusa de entrar en Repsol, el ruinoso fondo de inversiones hispano-saudí, la concesión a un consorcio empresarial español del Ave La Meca-Medina, la participación española en la cumbre energética de Abu Dabi y el frustrado fichaje de Iñaki Urdangarín por la fundación Laurus. Lo que está por demostrar, o por saber, es a título de qué se requerían sus gestiones profesionales a escala internacional, a título de qué ella se las regalaba a España, a título de qué llegó a figurar en el protocolo de algún acontecimiento internacional como “representante de España”, y a título de qué llegó a instalarse en una residencia del Patrimonio Nacional durante sus estancias en Madrid.

Eso es lo que esperamos saber hoy de las explicaciones de Félix Sanz ante portavoces de los principales grupos parlamentarios, si sus señorías son lo bastante indiscretos como para rasgar el velo de la confidencialidad impuesta en la Comisión de Secretos Oficiales. Apuesten a que sí. Aunque sólo sea por higiene. Aquí no reza el peligro de excomunión, como en el cónclave del Vaticano. Entre nosotros no puede seguir quedando el malentendido de que el Gobierno pudo haberle pedido a esta public relations de cinco estrellas ciertas colaboraciones especiales “en asuntos clasificados”.

Si de verdad la tal Corinna es “una bomba de relojería”, según la doctrina Sanz, sólo la transparencia puede desactivarla. O no.

martes, 19 de marzo de 2013

: los espejismos de la Puna

RICARDO ALONSO
 dr en ciencias geologicas
unsa conicet
La mayoría de los viajeros extranjeros que cruzaron la Puna en el siglo XIX y primeras décadas del siglo XX, y que dejaron como referencia sus escritos y memorias, hablan de la presencia de la “Fata Morgana” (Fatamorgana). Es evidente a partir de los textos que todos ellos se refieren al particular efecto que causa a los viajeros la presencia de los famosos espejismos, un fenómeno físico óptico que tiene que ver con la reflexión de la luz y que por las particulares condiciones climáticas de la Puna adquieren características extraordinarias en esas regiones. Precisamente los salares, esas extensas superficies blancas y planas, que alcanzan a cientos de kilómetros cuadrados se comportan como espejos. El salar de Uyuni, con sus diez mil kilómetros cuadrados, se ve desde el espacio como un espejo en el medio de los Andes Centrales y es uno de los rasgos más visibles de la América del Sur.
Los astronautas lo usan como punto fijo para calibrar sus instrumentos. Ciertamente estos “espejos” que conforman los salares son una de las mayores fuentes que generan los espejismos. Al igual que los extensos campos que los rodean. El hecho de que en el extremadamente seco desierto altoandino de golpe uno crea encontrarse con una laguna lejana genera una sensación de alucinación. Por supuesto que al avanzar hacia ese punto el “agua” desaparece y lo único que queda es la sal o la arena sedienta. Para los viajeros que hacían largas travesías en el reseco desierto el agua era esencial y de ella dependía la vida de las bestias y de las personas. Muchos de estos trajinantes, al pasar jornadas enteras donde no encontraban ni una gota de agua o sólo fuentes de aguas salobres o saladas, intomables, la necesidad del líquido elemento se les tornaba en obsesión.
Existe una rica literatura creada en los países árabes acerca de los espejismos. Todos nos hemos deleitado con aquellas historietas de los viajeros del desierto que muertos de sed comienzan a alucinar a través de los espejismos que se transforman para ellos en lagos como los “Bahr el Shaitan” o Lagos de Satán, nombre con el que los árabes los designan; o en oasis con ­bellas odaliscas que les ofrecen jarras de limonada helada! Ramón Núñez, un viejo minero salteño que estuvo perdido una semana entre los salares de Rincón y Arizaro en el oeste árido de la Puna salteña, me supo comentar que cuando ya perdía el conocimiento tuvo alucinaciones en las cuales una hermosa señorita le ofrecía una botella helada de gaseosa que transpiraba gotas frías de condensación a su alrededor. Fue encontrado inconsciente y semicongelado al punto que tuvieron que apuntarle varios dedos del pie.

Ramón Núñez fue prospector, cateador, descubridor de minas y un impulsor de la minería salteña, con lo cual estas palabras sirven como un homenaje para recordar su memoria. En la Puna, la atmósfera se presenta normalmente diáfana y las radiaciones solares son intensas, jugando un papel importante las radiaciones ultravioletas que ocasionan un rápido tostado de la piel. La transparencia del aire produce confusiones en cuanto a las distancias reales de los objetos. Así una montaña que pareciera estar a escasa distancia se encuentra a decenas de kilómetros, lo cual habla a su vez de la profunda visibilidad horizontal. El cielo se muestra de un color azul intenso y generalmente sin nubes. Por las noches es posible observar con gran nitidez los objetos celestes, y es muy común ver la caída de “estrellas fugaces” (meteoritos) y ese “río lechoso de estrellas” que conforma la Vía Láctea. Como dijimos un fenómeno óptico notable son los espejismos o fatamorganas (mirage en inglés). Son innumerables los viajeros que los mencionan. Entre ellos pueden citarse a Brackebusch, Ambrosetti, Boman, Reichert, Caplain, Bernabé, Bowman, Catalano y muchos otros.
Las descripciones varían según los lugares, sea en el interior de los salares o en los campos de las orillas. Así se cree ver ríos y lagos en medio del más seco desierto; o montañas cortadas por sus lados y suspendidas en el aire, o bien invertidas con sus cúspides hacia abajo. Muchos mencionan paisajes de ciudades o castillos alargados y flotando en el aire, flamencos o tolares suspendidos a una distancia de la superficie, lagos que van de orilla a orilla de las depresiones, y aún en tiempos más modernos hasta ­ovnis y extraterrestres! Así, lo que en realidad es una pequeña roca aparece como un castillo, un ave como un monstruo, una montaña como una ciudad y todo ello debido a que los espejismos deforman, amplían, contraen o distorsionan los objetos. Muchos paisajes de la Puna tienen el aspecto de ciudades en ruinas o de castillos y esto tiene que ver con la amplia distribución de un tipo de roca volcánica muy fácil de erosionar por el agua y el viento como son las ignimbritas. Estas especiales coladas volcánicas tienen una superficie superior plana y muestran acantilados a su alrededor. Vistas a la distancia a través de un espejismo pueden ser fácilmente confundidas con ciudades fantasmales o surrealistas.
Lo cierto es que los viajeros científicos extranjeros, especialmente alemanes, suecos, suizos, franceses e italianos creyeron estar en presencia de las fatamorganas. Estas fueron descriptas originalmente en el Estrecho de Messina en Sicilia y reciben su nombre del italiano por el “hada Morgana”, que según cuenta la leyenda era un hada cambiante. Los espejismos en la Puna se dan en razón de que el aire se calienta mucho en contacto con la superficie del suelo. Los salares son superficies fuertemente reflectantes. Se producen capas de aire caliente y otras de aire más frío con la altura. Esto hace que la luz se desvié por las diferentes densidades del aire, en función de la temperatura, generando una especie de superficie líquida que no es agua real. El aire actúa como una lente que curva los rayos de luz y presenta una imagen distorsionada, invertida o aumentada en una posición diferente. El espejismo en cambio sí existe, es real, y por eso lo podemos fotografiar.
Leyendo un poema sobre “La Puna” del jujeño Raúl Galán en su libro Carne de Tierra (1952), descubrí una perfecta descripción de los espejismos oculto en la belleza de la metáfora: “Es tan rara la luz de estos lugares/ y la sal de los yermos en la altura/ que parecen mentira los tolares”. Y remata su soneto diciendo: ¿Qué perversa deidad, que diosa oscura/ se ha puesto a imaginar estos altares/ de piedra en soledad y desventura? Belleza semántica y semiótica. Lenguaje de oro puro para explicar el todo en pocas líneas.

lunes, 18 de marzo de 2013

El vídeo que avergüenza a España y a sus militares

 
Antonio Casado
 AL GRANO
EL CONFIDENCIAL.COM
 Ayer no se hablaba de otra cosa. Un vídeo de 40 segundos que hiere la sensibilidad de los españoles. La palabra es vergüenza. Y después del punto y aparte, depuración, aunque hayan pasado diez años. Nos negaríamos a nosotros mismos, como nación comprometida en la causa de los derechos humanos si cayésemos en la debilidad de echarlo en el olvido, mirar hacia otro lado o quitarle importancia porque la guerra es la guerra. No puede haber prescripción moral ni legal para quienes tratan a un semejante como un animal. Ni a quienes lo consienten. Aquí nadie se chupa el dedo. Es evidente la malicia política de su difusión, justo en el décimo aniversario de aquel extravagante alineamiento del entonces presidente del Gobierno, José María Aznar, con la aventura bélica norteamericana en el Irak de Saddam Hussein. Pero no desenfoquemos el problema. Sería mezquino convertir el episodio puntual que conocimos ayer a través del diario El País en una pedrada política contra Aznar con efecto retroactivo. Lo que se ve en el vídeo no es ni por asomo el estilo de nuestros militares ni de nuestros gobernantes, sean del PP o del PSOE. Algunos criticamos en su día la apuesta bélica de Aznar en contra el sentir mayoritario de los españoles, incluidos los votantes del PP. Recuerdo la manifestaciones del sábado 15 de febrero de 2003 contra la guerra de Irak como una apisonadora de la España real pasándole por encima a la España de las Azores, que sólo existía en la mente averiada de Aznar. Fue una enmienda a la totalidad de una apuesta que nos alejaba de la construcción europea y nos convertía en cómplices de una eventual fractura de la ONU. Como todo el mundo sabe, la España oficial se puso de parte de quienes creían inevitable y justa aquella guerra “por si acaso” de Bush y sus amigos. El arriba firmante aplaudió a rabiar la retirada de las tropas decidida en abril de 2004 por el recién llegado Gobierno de Rodríguez Zapatero. Fue al día siguiente de su toma de posesión, el 19 de abril de 2004. O sea, un año después de la invasión (19 marzo de 2003). La salida de nuestras tropas cerraba la secuencia de aquella lamentable página de nuestra reciente historia. Pero por muy lamentable que sea, no caeré en la tentación de relacionar aquella infausta decisión política con la abominable conducta de los tres o cuatro soldados que deshonran a España y no merecen vestir ese uniforme. No viene a cuento llevar al debate político el caso de unos soldados españoles, con nombres y apellidos –si hay voluntad, no será tan difícil localizarlos-, pateando a unas personas indefensas. Salvo, insisto, que se quisiera ignorar lo ocurrido hace menos de nueve años en la base principal de nuestras tropas en Diwaniya (Irak). No parece, más bien todo lo contrario, a juzgar por las primeras reacciones oficiales del Ministerio de Defensa, que califican las imágenes de “deplorables”. Anuncian un proceso indagatorio para localizar a los autores de esta salvajada y depurar responsabilidades. Son los militares los primeros en avergonzarse por las imágenes de este bochornoso vídeo. Amén.

sábado, 16 de marzo de 2013

Francisco, el reformador.


Antonio Casado Alonso
 europapress.es
Demasiado pronto para hacer conjeturas sobre la hoja de ruta del Papa Francisco en el gobierno de la barca de San Pedro. Pero ya se ha hecho dominante la tendencia a considerarle un reformador que, además, quiere estar cerca de los humildes y ser ejemplar. Ojalá, aunque en estos casos conviene ir a las fuentes evangélicas. Y ahí volveremos a topar con aquella sentencia del fundador: "Por sus obras los conoceréis". Hechos y no palabras. Tal vez Jesucristo ya por aquel entonces nos estaba poniendo en guardia frente al uso del lenguaje como burladero de truhanes. Dicho sea con carácter general y de ninguna manera por el propio Bergoglio, que viene precisamente con palabras nuevas, frescas y cercanas. Pero sí se podría apuntar a ciertos representantes de la jerarquía eclesiástica que no acaban de llevarse bien con el sexto y séptimos mandamientos de la Ley de Dios. Se trata de abrir las ventanas para que salga por ellas el "humo de Satanás", expresión utilizada por Pablo VI cuando en su día pudo percibir la presencia del maligno en las altas esferas de la Iglesia Católica. A lo que iba. Aparte de inocular transparencia y ejemplaridad, el nuevo Pontífice debería afrontar esa otra asignatura pendiente de la Iglesia que es el uso del lenguaje, de manera que sirva para conocer la realidad, a fin de mejorarla, y no para encubrirla. No me refiero solamente a quienes violaron sistemáticamente el código lingüístico para minimizar el problema de la pederastia (nada menos que 21 cardenales han sido calificados de "encubridores" recientemente), sino a quienes falsifican el valor de las palabras para hacer un discurso inaccesible a la gente de buena fe. Y nunca mejor dicho lo de buena fe. Decir, por ejemplo, que "necesitamos un pastor capaz de dar la vida por sus ovejas", en palabras del cardenal Angelo Sodano, no es decir nada. Por no ir tan lejos, véanse las declaraciones del secretario y portavoz de la Conferencia Episcopal Española, José Antonio Martínez Camino, que hace unos días se refería de este modo al nuevo Papa: "Tiene depositada su confianza sólo en Dios y por eso es libre". A primera vista parece decirnos que Francisco no se fía de nadie del Cielo hacia abajo, pero es que justamente su ámbito de actuación es de este mundo. Eso es lo que significa ser el representante de Cristo en la tierra, donde se tiene que desenvolver. Si no se puede explicar con palabras sencillas no serán creíbles las distintas batallas que Francisco ha de librar para conseguir una Iglesia ejemplar y transparente. A saber: corrupción, lucha por el poder, escándalos financieros y sexuales, opacidad, y otras más concretas como la reforma del aparato burocrático del Vaticano (la Curia), fijación de una postura frente a la pederastia, reforzar el diálogo con el Islam, formar criterio ante la bioética, revisar el papel de la mujer, etc. Este sábado tendrá ocasión de demostrar, al menos en el uso del lenguaje, si va en serio y si el nuevo Papa es tan reformador y tan capaz como se dice. Le espera una ingente tarea de saneamiento.

viernes, 15 de marzo de 2013

El franciscanismo del Papa Bergoglio y el humo de Satanás

Antonio Casado
AL GRANO
EL CONFIDENCIAL.COM
En estas circunstancias conviene remitirse a las fuentes… “Por sus obras los conoceréis”, decía Jesús de Nazaret, el fundador. Tal vez ya nos estaba previniendo frente a la función encubridora del lenguaje. El recado sigue vigente: las obras importan más que las palabras. Del Papa Francisco conocemos apenas el arranque de su agenda oficial. Hoy, con los cardenales y mañana con los periodistas. Y de sus antecedentes, que vivía en un piso normal, que se hacía la comida, que usaba el transporte público y que era incompatible con los Kirchner.

Avales insuficientes para garantizar que Bergoglio va a conseguir lo que le piden: una Iglesia ejemplar y transparente. Acabar con la corrupción, la lucha por el poder, la opacidad, los escándalos financieros y sexuales... Una verdadera operación de saneamiento en el seno de la Iglesia antes de que la barca de San Pedro se vaya a pique. Abrir las ventanas para que salga de la  glesia el “humo de Satanás” detectado en su día por Pablo VI, con reciente dosis de recuerdo por parte del mismo Benedicto XVI al recibir el famoso informe secreto que ahora heredará el Papa Francisco.
Todo eso se espera del nuevo jefe de la Iglesia católica. Al menos en las demandas de los propios cardenales respecto a los asuntos más urgentes. Entre otros, reformar el aparato burocrático del Vaticano (la Curia) en clave de transparencia y modernización, poner orden en sus finanzas, fijar una postura clara de la Iglesia frente a la pederastia en sus propias filas, reforzar el diálogo con el islam, formar criterio ante la bioética y revisar el papel de la mujer.

Como al Papa Francisco lo conoceremos por sus obras, es demasiado pronto para saber como afrontará semejantes retos. El tiempo lo dirá. De momento, podemos sacar conclusiones a partir del nombre elegido para reinar en el orbe católico. No sabemos a ciencia cierta si evoca a San Francisco de Asís, el santo de los pobres, o a San Francisco Javier, el misionero jesuita de la Fe en Asia. Seguramente a los dos. Habría nacido el franciscanismo, como expresión de un Papa que busca la predicación misionera de la fe católica entre los pobres del mundo. Tajo no le va a faltar. Los antecedentes son esperanzadores: en varias ocasiones ha denunciado las estructuras económicas injustas como causa de la pobreza y la desigualdad. Eso lo firma cualquier seguidor de la izquierda política. Pero una cosa son las palabras y otra cosa son los hechos. Ya veremos.

La otra asignatura pendiente es la conexión con la realidad. Para empezar, no estaría mal un cambio en el lenguaje. Decir, por ejemplo, que “necesitamos un pastor capaz de dar la vida por sus ovejas”, en palabras del cardenal  Angelo Sodano, es dejar al personal con la cabeza caliente y los pies fríos. O, por elegir un testimonio de cercanía, fíjense ustedes en la reacción del secretario y portavoz del Episcopado español, José Antonio Martínez Camino, que ayer hablaba así del nuevo Papa: “Tiene depositada su confianza sólo en Dios, y por eso es libre”. ¿Nos está diciendo que Francisco no se fía de nadie del Cielo hacia abajo, que es precisamente donde se tiene que desenvolver como jefe de la Iglesia de Dios en la tierra?

jueves, 14 de marzo de 2013

Bicefalia vaticana: primer dolor de cabeza de Francisco I

Antonio Casado
AL GRANO
EL CONFIDENCIAL.COM
Por las indiscreciones de cierto cardenal innominado, so pena de incurrir en causa de excomunión, hemos sabido que Jorge Mario Bergoglio se arrugó en 2005 como candidato del bloque progresista opuesto a Ratzinger. En esta ocasión no ha habido miedo escénico. El arzobispo de Buenos Aires es el nuevo jefe de la Iglesia católica, aupado en parte por los cardenales que hace ocho años se quedaron con las ganas de frenar al todopoderoso teólogo germano, mano derecha de Juan Pablo II, en nombre de una apertura de la Iglesia a los nuevos tiempos.

El antecedente no es nada tranquilizador ante la bicefalia vaticana que se avecina: un dolor de cabeza para el recién llegado. La convivencia de un Papa efectivo y un Papa “emérito” puede ser una fuente de problemas en el manejo de la barca de San Pedro. El anterior está viendo y oyendo todo lo que ocurre como si estuviera al otro lado de la pared. Realmente lo está, o lo estará, físicamente. Ahora en Castel Gandolfo, donde ha conocido el desenlace del cónclave; luego, en un convento de monjas a una distancia del despacho de su sucesor no mayor de cien metros. Los vaticanistas contienen el aliento cuando imaginan cómo gobernará la Iglesia el nuevo Papa con la sombra de su antecesor proyectándose sobre sus decisiones.
Francisco I reza por que una distancia tan cercana a la sala de máquinas sólo sea geográfica. Sin embargo, no podemos ignorar que las asignaturas pendientes de la Iglesia en general y de la Curia en particular, son las mismas que angustiaron a Ratzinger. Desde las intrigas vaticanas a la crisis de vocaciones, pasando por el escaso respeto prestado al sexto y séptimo mandamiento en ciertos sectores de la jerarquía. ¿Cómo afrontarlos sin remitirse a lo que hizo o dejó de hacer el Papa anterior, que sigue ahí sin haber perdido la vista ni el oído?

Con el paso de los siglos el templo se fue comiendo a la doctrina en la Iglesia católica. Del Sermón de la Montaña hace mucho tiempo que no tenemos noticia. Sólo si Francisco I estuviera dispuesto a desempolvarlo tendría sentido hablar de regeneración doctrinal. Se podría explicar a la vista de sus orígenes humildes, como hijo de un trabajador del ferrocarril y un ama de casa (emigrantes italianos) en la Argentina de los años treinta. El relato se habría adaptado mejor al nombre de Francisco en la estela y el ejemplo de San Francisco de Asís. Pero me temo es la de San Francisco Javier. Es la que le toca a un jesuita.

Y poco más respecto a la hoja de ruta del nuevo Papa, más allá de la marea especulativa que nos invade en relación con la nueva etapa. Es demasiado pronto para saber cómo enfocará el gobierno de la Iglesia este seguidor del San Lorenzo de Almagro que lee a Borges y Marechal y cree que el matrimonio entre personas del mismo sexo es cosa del diablo. Fue muy explícito cuando en 2010 el Gobierno de Cristina Fernández aprobó la polémica ley, que fue un precedente en América Latina: “No seamos ingenuos. No se trata de una cuestión política, sino de una pretensión destructiva de los planes de Dios”.

Toda una pista sobre sus convicciones y su firmeza a la hora de defenderlas. Basta echar un vistazo a sus agrios enfrentamientos con los Gobiernos de Nestor Kirchner y la esposa sucesora. Cuando no son los matrimonios gays es el Te Deum del 25 de mayo (fiesta nacional argentina). O, ay, su presunta benevolencia con la dictadura militar de Videla, que es la acusación que de forma recurrente el kirchnerismo lanza contra él.

miércoles, 13 de marzo de 2013

El fiscal quiere llevar al banquillo a José Blanco

Antonio Casado
AL GRANO
EL CONFIDENCIAL.COM
No es habitual que un señalado miembro de la clase política renuncie al aforamiento si un juez se dispone a procesarle. En el caso del exministro de Fomento y exvicesecretario general del PSOE, José Blanco, la secuencia está inacabada. Por ahora, sólo el fiscal sostiene que puede haber cometido un delito. Cuando lo haga un juez, mediante la correspondiente apertura del juicio oral, Blanco dejará el escaño. Llegado el caso, su enjuiciamiento correspondería al Tribunal Supremo por tratarse de un diputado, pero él ya ha anticipado su intención de renunciar al escaño, “sólo en el momento en que el juez decida abrir juicio oral”.

Es precisamente lo que presupone la comisión de un delito. Al tratarse de un aforado, la expresión del supuesto sería el suplicatorio del Tribunal Supremo al Congreso de los Diputados para poderlo juzgar. Nada de eso ha ocurrido todavía. Si ocurriese, Blanco daría un paso adelante frente al juez. Y, sobre todo, ante el Congreso de los Diputados. Sería el primero en reclamar de la Cámara la inmediata concesión del suplicatorio.
El exministro se pone a disposición de la justicia ordinaria sin privilegios de ninguna clase. Eso fue lo que vino a decir ayer en rueda de prensa. Con preguntas, naturalmente, a diferencia de lo que hacen otros señalados miembros de la clase dirigente. Insisto: no es muy frecuente que un político haga un ejercicio de limpio sometimiento al fuero judicial si en ese ámbito se entiende que ha cometido un delito. Y Blanco lo ha hecho cuando más cerca le están pasando las astas del toro.

Me refiero a luz verde del fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, para que el Tribunal Supremo solicite del Congreso la correspondiente autorización para procesar al exministro de Fomento. Esa decisión se plasma en el escrito de 28 folios que ayer presentó el fiscal reclamando del juez que inicie los trámites ante el Alto Tribunal para poder sentar en el banquillo al exministro.

Únicamente por presunto delito de tráfico de influencias. De las valoraciones del fiscal se han caído ya los supuestos delictivos de cohecho y prevaricación, sobre los que ha venido trabajando durante estos últimos meses. De los supuestos trinques de Blanco en una gasolinera nunca más se supo. Pero las acusaciones del tal Dorribo a través de algún medio de comunicación dieron de sí lo suficiente para que ahora todo aquello se haya reducido a la construcción de una nave en el aeropuerto del Prat, autorizada por el alcalde de San Boi de Llobregat (Barcelona) con la supuesta intervención del entonces ministro de Fomento a favor de un empresario amigo.

Blanco sólo admite que pidió información sobre el caso y encontró razonable acelerar la realización la obra propuesta. Lo que ha negado, y ayer volvió a hacerlo, es que presionase o condicionase a quien, en definitiva, otorgó la concesión de la obra a favor del empresario José Antonio Orozco

martes, 12 de marzo de 2013

El secreto del cónclave, los inhibidores y la excomunión

Antonio Casado
AL GRANO
EL CONFIDENCIAL.COM

En la Capilla Sixtina, bajo los impresionantes frescos de Miguel Ángel y Boticceli, esta tarde se cierran por dentro los cardenales electores. Su tarea consiste en descubrir cuál de esas 115 cabezas ha sido la señalada por el Espíritu Santo como jefe de la Iglesia Católica número 266 de la serie histórica. Lo ha dicho el cardenal nigeriano John Olorunfemi Onaiyekan: “Dios ya ha decidido quién debe ser el nuevo Papa. Ahora nos toca a nosotros descubrirlo”.

Todo ello, en el mayor de los secretos. Hay pena de excomunión para quienes lo violen. Pero en el Vaticano se fían más de los inhibidores que del compromiso de confidencialidad. Se ha decidido blindar el temor a las penas del infierno con una 'jaula de Faraday'. Todas las señales electromagnéticas quedan bloqueadas. No pasa nada si uno o varios participantes en el cónclave olvidaron dejar en casa el teléfono móvil. La tentación no tendrá efectos colaterales.

Además de las nuevas tecnologías, en este caso al servicio del secreto de las deliberaciones, el Espíritu Santo se apoya en la matemática para elegir la cabeza del purpurado sobre la que debe posarse antes de la fumata blanca. Para facilitar esa sobrenatural labor, el nuevo Papa necesitará el apoyo de al menos dos tercios de los cardenales. O sea, 77 votos como mínimo antes de retirarse a la sacristía de la Capilla Sixtina para resolver en llanto el peso de la responsabilidad que le va a caer encima.
No es para menos. Alguien ha dicho que en esta ocasión se busca a un Jesucristo con un máster en dirección de empresas. Es decir, que tenga el carisma del Cristo de los milagros y la capacidad organizadora de Amancio Ortega. Para frenar la disminución de fieles y aumentar el número de sacerdotes, pero también para que la Iglesia deje de funcionar como en la Edad Media y se incorpore a los métodos de gestión del siglo XXI.

El quinielismo se ha desatado entre los vaticanistas. Se basa en esa especie de susurrante campaña electoral que son las llamadas 'congregaciones'. Los señores cardenales han celebrado ocho de esas reuniones previas desde el lunes de la semana pasada. Y de ellas, lo único que parece deducirse es la formación de dos bloques dominantes. Por un lado, el de los americanos, aparentemente pastoreados por el activo arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan. Por otro, el más numeroso grupo de cardenales italianos (28 exactamente), que parecen apiñados en torno a otro de los papables, el arzobispo de Milán, Angelo Scola.

Aunque quedamos a la espera, ya se puede hablar de la bicefalia vaticana como un elemento perturbador en la hoja de ruta del nuevo Pontífice. Las asignaturas pendientes de la Iglesia son las mismas que angustiaron a Joseph Ratzinger. Desde las intrigas vaticanas a la crisis de vocaciones, pasando por los incumplimientos del sexto y séptimo mandamiento en ciertos sectores de la Jerarquía. Será muy difícil encararlas sin remitirse a lo que hizo o dejó de hacer el Papa anterior. Será como si lo estuviera viendo y oyendo al otro lado de la pared. Es un vago motivo de inquietud que flota en el ambiente. Sin mayor precisión, puesto que habría que remontarse seis siglos atrás para encontrar un precedente de elección de un nuevo Papa cuando el anterior está vivo.

lunes, 11 de marzo de 2013

Pueden predecirse los fenomenos naturales?

RICARDO N. ALONSO,
 doctor en Ciencias Geológicas


“Si hay algo que por naturaleza resulta impredecible son precisamente los sismos. Al igual que otros fenómenos”.
“Podemos conocer el espacio pero no el tiempo. Por ello ante la imposibilidad de predecir, está la necesidad de prevenir”
En 2009 un sismo de 6,3 grados de magnitud de Richter destrozó la ciudad italiana de L'Aquila dejando un saldo de 308 muertos y 80 mil damnificados. Durante meses la gente estuvo obligada a vivir en carpas y a esperar largamente el regreso a la normalidad.
A mediados de octubre de 2012 llegó a su término el juicio iniciado a las autoridades del comité de crisis en donde se declaró culpables a siete científicos italianos. Las condenas fueron a seis años de cárcel por “homicidio involuntario” al haber subestimado los riesgos del sismo, una sentencia inédita que generó polémica en Italia. Además de prohibírseles a estos volver a ejercer cargos públicos de por vida. Los diarios en general titularon que los científicos habían sido condenados por no “predecir” el sismo. Si hay algo que por naturaleza resulta impredecible son precisamente los sismos. Al igual que otros fenómenos naturales, entre ellos la caída de meteoritos como ocurrió el 15 de febrero de este año en Rusia, en la región de Chelíabinsk en los Montes Urales. Y al menos otros cinco superbólidos en el último siglo.
El tema de la impredecibilidad de los fenómenos naturales lo hemos comentado y discutido ampliamente en mi libro sobre riesgos geológicos (Alonso, R.N., 2012. Riesgos geológicos en el Norte Argentino. Terremotos, volcanes, avalanchas, inundaciones, desertización y otros fenómenos naturales. Prólogo dr. William J. Wayne, Prefacio dr. Manfred R. Strecker. Segunda edición corregida y aumentada. Mundo Gráfico Salta Editorial, ISBN 978-987- 1618-80-4, 252 p. Salta). Veamos sino el caso de Japón. A pesar de contar con la red sismológica más moderna del mundo con cientos de estaciones instaladas tanto en tierra, como en el fondo oceánico y también con vigilancia satelital de las potenciales deformaciones del terreno, igualmente fueron incapaces de predecir el catastrófico terremoto de 9.1 Mw que destruyó ciudades, centrales atómicas (Fukushima) y disparó un tremendo tsunami.

Esta “ola asesina”, filmada en tiempo real, devastó las costas del país generando una tremenda destrucción acompañada de cientos de muertos y pérdidas por varias decenas de billones de dólares. En el caso de los sismos se puede predecir el “donde” pueden llegar a ocurrir, esto es zonas de fallas o fracturas geológicas activas de la corteza terrestre con características sismogénicas, esto es generadoras de sismos; pero no el “cuando” van a ocurrir. Podemos entonces conocer el espacio pero no el tiempo. Por ello ante la imposibilidad de predecir, está la necesidad de prevenir. Y esto fue lo que no hicieron los científicos italianos del comité de crisis integrados en la “Comisión para los Grandes Riesgos”, que se había reunido el 31 de marzo de 2009 en la ciudad de L'Aquila, seis días antes del sismo que provocó la muerte y la desolación. No alertaron a la población del riesgo que se corría más aún después de que se habían registrado ya 400 movimientos sísmicos (foreshock) que anunciaban la potencialidad de un evento mayor. Ahora bien el otro punto que hay que aclarar es que en verdad no se los condenó por científicos ni tampoco por no predecir el terremoto. Predecir en este caso es campo de los adivinos y de las pseudociencias y no el de las ciencias duras (al respecto véase mi reciente libro: Alonso, R.N., 2012. Ciencia y pseudociencias. Mundo Gráfico Salta Editorial, ISBN 978-987-1618- 88-8, 212 p. Salta).

Un caso paradigmático fue el de Auguste Bravard, un geólogo contratado por Urquiza, que se interesó por las noticias de actividad sísmica que llegaban desde Mendoza. Se decidió a ir a visitar el lugar, llegó a Mendoza, se alojó en el hotel y la casualidad quiso que esa misma noche del 21 de marzo de 1861, Miércoles de Cenizas, se produjera un terremoto de gran intensidad que lo sepultó entre los escombros. De alguna manera predijo el gran sismo histórico que registra el país en el siglo XIX y sin querer su propia muerte. En realidad a los italianos se los condenó por los roles políticos ejecutivos que desempeñaban al momento del fenómeno telúrico en los cuales tenían la obligación de alertar sobre el riesgo que se corría. Entre ellos se encontraban grandes nombres de la ciencia en Italia, como el profesor Enzo Boschi, quien presidió el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología; y el subdirector de la Protección Civil, Bernardo De Bernardinis. La justicia consideró que las autoridades científicas divulgaron informaciones tranquilizadoras a la población, que en caso contrario hubiera podido tomar medidas para protegerse.

La señora Ortensia, una de las damnificadas y familiar de las víctimas, dijo a los medios una frase que resulta esclarecedora: "Es una manera de advertir a quien asume un alto cargo del Estado de que hay que tomarse en serio el propio trabajo, porque estamos cansados de que se asuman tales puestos en forma ligera". Esto nos alerta sobre el rol que juegan muchas veces funcionarios políticos que no son idóneos, que en la mayoría de los casos fueron nombrados por simple amiguismo, y que además son irresponsables. Tenemos el caso de una moderna central sismológica donada por Alemania al Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES) para que sea instalada en Salta y ya van más de dos años de trámites burocráticos en donde el Ministerio de Infraestructura de la Nación sigue sin girar unos exiguos fondos necesarios para ese trabajo de instalación que debe realizarse en San Antonio de los Cobres.

Dicha central no tiene ninguna capacidad de predecir, como quedó aclarado más arriba, pero puede detectar perfectamente el aumento de actividad sísmica en una determinada falla geológica o en una determinada región (foreshock) que podría ser la antesala de un evento telúrico mayor. Esta situación ya se vivió en Salta previa al sismo del 27 de febrero de 2010 donde se produjeron una serie de movimientos dentro o en proximidades del Valle de Lerma de los cuales fui dejando oportuna constancia en los diarios y semanarios locales. Finalmente se disparó un sismo de grado 6.1 Mw que a pesar de su intensidad no causó daños mayores por una suerte de disipación de la energía hacia la Quebrada del Toro, que actuó como amortiguadora, pero que a su vez quedó fuertemente golpeada. Al punto que se destruyeron iglesias y cementerios, se desplomó material sobre las vías del tren, se produjeron grietas en la ruta y un poco más tarde el colapso de una ladera que sepultó al camionero Carlos Medina que todavía yace allí bajo los escombros al pie de la montaña. Dado que vivimos en una región montañosa, considerada como zona 3 por el grado de peligrosidad, vamos a seguir expuestos a la posibilidad de un terremoto.

Doctrina del postoperatorio: el Príncipe no sustituye al Rey

Antonio Casado
AL GRANO                      
EL CONFIDENCIAL.COM
La frase es un aviso para navegantes coincidente con el alta hospitalaria del sábado. Un breve editorial de obligada lectura entre quienes veían en el postoperatorio de don Juan Carlos un ensayo general con todo. Su hijo, don Felipe de Borbón y Grecia, se seguirá curtiendo en el oficio de Rey. Una nueva oportunidad de familiarizarse con la herencia. Pero no debe quedar ningún resquicio por el que puedan colarse las hipótesis sobre la eventual abdicación del Rey. Tomen nota: “El Príncipe de Asturias lo representa, pero no lo sustituye”.

Es doctrina oficial de la Casa del Rey. De inmediata aplicación a los tres, cuatro o cinco meses (el doctor, Manuel de la Torre, no ha sido más preciso) que empiezan a correr desde la salida de don Juan Carlos de Borbón de la clínica La Milagrosa, donde hace una semana fue operado de una doble hernia discal. Una eficaz forma de atajar preventivamente las especulaciones sobre un eventual paso atrás del Rey so pretexto de un periodo más o menos largo de rehabilitación. Los impedimentos físicos le apartan de los actos públicos, no de la agenda oficial entre las cuatro paredes de su despacho, según información de Zarzuela. Antes y después de pasar por el quirófano, el Rey mantiene y mantendrá “integras” sus funciones constitucionales.
Por si hubiera dudas, nos queda la estampa inducida y bien calculada del paso por la clínica de los tres poderes del Estado en las personas de sus respectivos titulares. Creo que este pleno no tiene precedente: el presidente del legislativo, Jesús Posada; el del ejecutivo, Mariano Rajoy, y el del judicial, Gonzalo Moliner. Completaron el cuadro, el presidente del Tribunal Constitucional, Pascual Sala, y la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril. Algo más que una ronda de visitas oficiales al enfermo, amén de las consabidas de la familia. Queda visualizado el reconocimiento institucional a la potestas del vigente jefe del Estado. Incluso el reconocimiento político, perfectamente expresado en las visitas de Rajoy y Rubalcaba, en nombre de los dos partidos-pilares sobre los que se asienta nuestro sistema de representación electoral, PP y PSOE.

Como se ve, tanto en el plano político como en el institucional ha calado la apelación al mutuo arropamiento mientras tiende a crecer la distancia entre la ciudadanía y su clase dirigente. El mal se llama desafección. La Corona se ha convertido tal vez en el síntoma visible, pero alguien ha debido pensar que eso no es justo y está dispuesto a evitarlo por razones de equidad. Ningún momento más adecuado que este, cuando la persona que corona el edificio constitucional sufre serios desperfectos en su imagen física, como inoportuna metáfora de los desperfectos que sufre en su imagen institucional.

De entrada, los portavoces de la Casa del Rey ya han advertido de que la imagen de don Juan Carlos en silla de ruedas va a ser un bien escaso, por no decir inaccesible a los medios de comunicación.


viernes, 8 de marzo de 2013

Los papeles de Bárcenas y la torpe comunicación del PP

Antonio Casado
AL GRANO
EL CONFIDENCIAL.COM
La integración judicial de los papeles de Luis Bárcenas en el caso Gürtel confirma las tesis de quienes venimos sosteniendo que Francisco Correa y el extesorero del PP son dos caras de la misma moneda. Esa es la conclusión derivada del auto dictado ayer por el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz en virtud del cual las cuentas secretas, con episodios de financiación ilegal, se convierten en caso judicializado. De este modo, pasa a la Audiencia Nacional el proceso indagatorio, hasta ahora en manos de la Fiscalía Anticorrupción.

Hay una segunda conclusión de carácter subjetivo. Desde ayer, el barón de la peineta odia un poco más a los dos ministros que, según él, no han movido un dedo para evitarle el viacrucis. Uno, el de Interior, Jorge Fernández Díaz, por no haber frenado la diligente actuación policial después de la barrida electoral del PP. Y otro, el de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, por las mismas razones respecto al celo de la Fiscalía y por ser uno de los que con más firmeza ha venido apostando por la ruptura total y el fin de los remilgos con el extesorero.
Las pesquisas sobre el escándalo de las listas (en parte falsas, en parte verdaderas) las llevaba la Fiscalía Anticorrupción, como queda dicho. Y es precisamente un informe policial (de nuevo la UDEF) el que desvela las coincidencias con datos del sumario Gürtel. Las suficientes como para terminar de convencer al juez Ruz de la relación entre la contabilidad secreta que manejaba el tesorero del PP y las pruebas documentales acumuladas hasta la fecha en dicho sumario.

Es la enésima prueba de que Gobierno y PP han venido gestionando con los pies el escándalo Bárcenas. Al menos en lo tocante a su política de comunicación. Han hecho todo lo posible por alentar la sensación de que se pliegan a las bravatas de un sinvergüenza porque tienen algo que ocultar, en vez de dedicarse a rebatir ese reproche colectivo apelando a la actuación del brazo policial y de la Fiscalía, que son organismos dependientes del Gobierno. Por supuesto que Rajoy, Gallardón o Fernández Díaz se limitan a cumplir y hacer cumplir la ley con esas y otras herramientas institucionales. Pero ponerlo en valor cuando el Ejecutivo y el partido que lo sustenta están bajo sospecha por un caso de corrupción masiva aliviaría la sensación de acorralamiento, que es la imagen que están transmitiendo.

Bárcenas no soporta que sus antiguos compañeros le vuelvan la espalda. Sufre un permanente ataque de contrariedad porque, en contra de lo que esperaba, la victoria de su partido en las urnas de noviembre no despejó su horizonte penal. Al revés. Resaltar eso les cundiría a los dirigentes del PP mucho más que dedicarse a presentar absurdas demandas contra uno de los numerosos mensajeros con no menos absurdos supuestos en nombre del honor de una marca. Salvo que realmente tengan algo que ocultar y, por tanto, algo que temer, porque entonces sí se entendería su balbuciente política de comunicación en el caso que nos ocupa y que, me temo, no ha hecho más que empezar. Lo siguiente va a ser el apasionante capítulo de los peajes empresariales pagados bajo cuerda a cambio de contratos.