martes, 13 de octubre de 2015

Cráteres y meteoritos en la Puna

Ricardo Alonso, 
Doctor en Geología  
UNSa- CONICET

La Puna Argentina por su historia geológica y sus condiciones climáticas puede llegar a ser un importante reservorio de meteoritos.
A la misma latitud, en el norte de Chile, se hicieron importantes hallazgos, no solamente de meteoritos sueltos sino también de “strewn fields” o sea campos de meteoritos esparcidos; además de cráteres de impacto bien conservados. Más de 400 meteoritos y miles de fragmentos fueron encontrados en la región de Atacama desde que fueron descubiertos en 1822, y clasificados más tarde como tales por el mineralogista polaco Ignacio Domeyko. El cráter de Monturaqui y las pallasitas de Imilac están entre los más conocidos. El resto forma parte de muy diferentes tipos en su composición y clasificación, esto es metálicos, pétreos, mixtos, esto es sideritos, aerolitos y siderolitos, entre otros.
En la Puna Argentina se han descubierto hasta ahora tres meteoritos que son la condrita Rincón descubierta por geólogos alemanes en 1995 y que pesaba 249 gramos; la hexaedrita Huaytiquina, encontrada en 1998 y que pesaba 19,6 kilos, y la condrita de olivino y broncita Aguas Calientes, descubierta en 1971 y con un peso de 257 gramos. Rincón y Huaytiquina se encuentran en el oeste de la Puna salteña, mientras que Aguas Calientes está en la Puna catamarqueña.
Cráteres llamativos
Gracias a las nuevas tecnologías de imágenes satelitales se han encontrado también numerosos cráteres de posibles impactos meteoríticos.
En Salta se han descubierto dichos cráteres en las regiones de los salares de Rincón, Hombre Muerto y Arizaro.
Los de Rincón se encuentran en el plano aluvial que baja desde la sierra de Guayaos al salar, cerca de la línea de alta tensión que va a Chile, y comprende tres círculos perfectos, de entre 30 y 50 m de diámetro.
Los de Hombre Muerto se encuentran también en los planos aluviales que bajan al salar en el extremo norte, estos es desde la sierra de Bequeville y comprende un grupo de diez pequeñas estructuras circulares, cuyos diámetros oscilan entre 90 y 250 m, distribuidas en un área oval de 5 x 4,5 km, posiblemente producidas por el contacto de meteoritos con la superficie terrestre. Las estructuras al igual que las de Rincón se muestran frescas lo que demuestra su escasa antigedad.
Los de Arizaro se encuentran en el sector suroriental en rocas rojas del Terciario y la estructura mejor conservada tiene un diámetro de 185 m siendo su forma la de una cavidad con evidentes bordes levantados.
Hacia el sur de este cráter aparecen otros dos cráteres gemelos que también parecerían corresponder a impactos meteoríticos.
En Catamarca, en el borde oriental del salar de Antofalla, descubrí en 1986 en Estados Unidos y utilizando las viejas imágenes Landsat 5-TM, un cráter de 750 m de diámetro, con bordes levantados y bien preservados, que está desarrollado sobre viejas coladas volcánicas del tipo ignimbritas. Una expedición al lugar fue financiada entonces por el diario El Tribuno que realizó la cobertura.
El hallazgo fue publicado en medios internacionales y puede ampliarse en mi libro: Alonso, R.N., 2013. La Puna Argentina. Ensayos históricos, geológicos y geográficos de una región singular. Con prólogo de la Dra. Teresa E. Jordan. Mundo Editorial, U.N.Sa-Conicet, ISBN 978-987-698-048-7, 376 p. + ilustraciones color, 20x14 cm, Salta (Tercera Edición).
Investigaciones
Los meteoritos y los cráteres de impacto abren un interesante campo de investigación en la Puna.
Esto llevó a que expertos argentinos en meteoritos, liderados por el Dr. Daniel Rogelio Acevedo del Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC) del Conicet de Ushuaia (Tierra del Fuego), iniciaran estudios en la región.
El equipo científico está formado por académicos de varias universidades argentinas, entre ellos y además del suscripto, los doctores Jorge Rabassa, Hugo Corbella, María Julia Orgeira, Claudia Prezzi, Federico Ponce, Oscar Martínez, Mauricio González-Guillot, junto al experto en geología planetaria Max Rocca y a los investigadores españoles Dr. Jesús Martínez Frías, del Centro de Astrobiología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España y el Dr. Ignacio Subías de la Universidad de Zaragoza.
Ante la potencialidad de la Puna para nuevos hallazgos tanto de cráteres como de meteoritos la “National Geographic Society” junto al “Waitt Institute for Discovery” de los Estados Unidos decidieron apoyar las investigaciones a través del proyecto titulado “Exploración de cráteres de impacto y búsqueda de campos de meteoritos esparcidos en la Puna Argentina”.
Las investigaciones comenzarán después del invierno reconociendo en primer lugar los lugares donde ya se han encontrado cráteres o meteoritos apoyados con distintas técnicas geológicas y geofísicas.
La caída de meteoroides rompe y altera las rocas donde se produce el impacto. Es como un balazo en la tierra. En esos lugares pueden encontrarse ciertos tipos de vidrios, rocas rotas y deformadas, estructuras particulares de alta presión, minerales transformados, entre otros elementos.
De allí que un análisis cuidadoso sea necesario para descartar que las depresiones no corresponden a zonas de disolución salina, a cubetas producidas por la deflación del viento, a erupciones volcánicas de cualquier tipo, entre otras estructuras circulares de origen geológico terrestre. La caída de objetos del espacio entra en una fenomenología diferente. Entre los estudios geofísicos se pueden realizar los magnetométricos, gravimétricos, eléctricos y muchos otros.
La importancia de la Puna para el hallazgo de material cósmico está relacionada con varios factores. Uno de ellos es la presencia de extensas superficies que se han mantenido con poca alteración durante largos períodos de tiempo. En ellas se encuentran por ejemplo los pavimentos del desierto que se forman cuando el material fino es arrastrado por el viento y queda el material grueso. Conociendo las rocas del lugar, cualquier otro objeto rocoso extraño se convierte en sospechoso.
Además los meteoritos suelen tener una costra de fundición como producto de su paso por la atmósfera. Como vienen del espacio donde están en condiciones totalmente diferentes a las que reinan en nuestra atmósfera, ellos tienden a alterarse dando una costra oxidada que puede hacerlos distinguibles de otras rocas de la región. En caso de ser metálicos, el peso los puede denunciar rápidamente. Los pétreos en cambio pueden pasar desapercibidos.
Es importante señalar que los meteoritos son patrimonio del Estado argentino y su comercio está prohibido de acuerdo con la Ley Nacional 26.306.

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