sábado, 9 de noviembre de 2013

La Salta que nos merecemos

RICARDO N,ALONSO, 
Dr. en Ciencias Geológicas 
 docente e investigador de la UNSa, diputado provincial por el Frente Salteño.

Aquellos 100 primeros españoles que fundaron Salta en el pantanoso valle intermontano que nos cobija y en donde están enterrados nuestros antepasados, jamás sospecharon que se convertiría en una ciudad pujante. Muchas ciudades de la actual provincia desaparecieron rápidamente por múltiples causas como Barco, Cáceres y Talavera.
Como salteño amo a mi provincia y estoy orgulloso de haber nacido en ella, de haber estudiado en una universidad gratuita y de haber vivido aquí por casi seis décadas. Durante ese tiempo he visto pasar gobiernos buenos, regulares y malos, gobiernos que hicieron “la plancha” en la gestión, y hasta un gobierno que declaró que Salta era una provincia inviable ­Justamente Salta! que por su situación geográfica es casi un país.
Salta tiene una superficie equivalente a la de algunos países europeos, limita con tres naciones y otras seis provincias argentinas y hasta tuvo salida al mar! Posee una increíble variedad de climas, desde los helados volcanes cordilleranos que albergaron las momias del Llullaillaco, hasta el trópico caliente del Baritú, pasando por los valles fértiles, secos y templados, de Calchaquí, Lerma y Siancas. Está bendecida con una Puna rica en minería y un subsuelo subandino y chaqueño impregnado de gas y petróleo.
Sería largo enumerar las riquezas de nuestro suelo que incluyen la vid calchaquí, los cítricos oranenses, el poroto del sur, la soja chaqueña, el tabaco de Lerma y la caña de azúcar.
En los años de la administración del Dr. Juan Carlos Romero, se realizaron grandes obras de infraestructura, que cambiaron la imagen de Salta, proyectándola exitosamente en el siglo XXI. Nos hizo sentir orgullosos de ser salteños. Extensas autopistas, el megacentro de convenciones, el estadio Padre Martearena, la Ciudad Judicial, el Hospital del Milagro, nuevas escuelas, revalorización del casco céntrico, museo de las momias (MAAM), museo de arte contemporáneo, orquesta sinfónica, gasoductos de la Puna y Anta, autopista de ingreso a Salta, complejo de bibliotecas, paseo de la Balcarce, el moderno aeropuerto, rutas varias, barrios enteros, entre centenares de obras más a lo largo y a lo ancho de la provincia.
Todo lo que aún se puede hacer
Fueron una primera etapa en esta “fecunda revolución de realizaciones positivas”. Quedan todavía muchísimas cosas por hacer en todos los campos de la vida provincial; no solamente en las grandes obras sino también en lograr una cada vez mejor calidad en salud, educación, vivienda y seguridad.
Siguiendo los carriles del progreso, Salta necesita de más inversión vial, minera, industrial, hidráulica, petrolera, agrícola y ganadera. Se hace necesario entonces, seguir creando la infraestructura adecuada para atraer cada vez más y mejores capitales; para industrializar y dar valor agregado.
El Ferrocarril Belgrano debe ser reinstalado, modernizándolo para su óptimo funcionamiento. Se necesitan nuevas líneas de alta tensión para que Salta y el NOA puedan crecer. Se necesitan más y mejores rutas para bajar las tasas de mortalidad por accidentes ya que hoy mueren entre 150 y 200 personas al año.
Hay que volver a liderar la región y Juan Carlos Romero está en condiciones de hacerlo. La gente quiere volver a recuperar el honor de ser salteños. Precisamos hombres y mujeres firmemente plantados, comprometidos con Salta y no con el centralismo devorador, unitario y acomodaticio de Buenos Aires. Para ello necesitamos de la tremenda potencia de trabajo y energía que representa la Dra. Sonia Escudero, una salteña de ley, para acompañar a Romero en el Senado de la Nación.

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